Autoridades y ciudadanos despiden al artista uruguayo Carlos Páez Vilaró

  • El pintor y escultor uruguayo Carlos Páez Vilaró, fallecido el lunes a los 90 años de edad, fue despedido hoy por centenares de personas en un funeral que tuvo lugar en el Parlamento de Uruguay, al que no faltaron las máximas autoridades del país ni tampoco los afrodescendientes que inspiraron sus obras.

Montevideo, 25 feb.- El pintor y escultor uruguayo Carlos Páez Vilaró, fallecido el lunes a los 90 años de edad, fue despedido hoy por centenares de personas en un funeral que tuvo lugar en el Parlamento de Uruguay, al que no faltaron las máximas autoridades del país ni tampoco los afrodescendientes que inspiraron sus obras.

El velatorio, con el féretro del artista descubierto y rodeado de flores, congregó a una multitud, parte de la cual acompañó al cortejo fúnebre al cementerio donde será enterrado.

El presidente de la República, José Mujica, visiblemente emocionado, se refirió a Páez como "una buena lección para los orientales (uruguayos)" y destacó "su ejemplo de vida, su compromiso y su alegría de vivir".

También estuvieron presentes varios expresidentes, como Julio María Sanguinetti y Jorge Batlle, y gente del mundo de la cultura, los cuales saludaron a los familiares de Carlos Páez Vilaró, que estaban todos vestidos de blanco, el color del luto para el mundo afrouruguayo.

"Ellas son el legado", dijo el hijo mayor del artista al presidente de la República, José Mujica, mientras le presentaba a sus nietas más jóvenes.

El féretro de Páez Vilaró estaba adornado con una bandera con un sol blanco sobre fondo azul, que es la enseña de Casapueblo, el singular edificio que construyó en la costa y donde tenía su casa-taller, en la que falleció.

El vicepresidente uruguayo, Danilo Astori, agradeció a Páez Vilaró "su reconocimiento de la diversidad y la apuesta a la convivencia más allá de las diferencias".

En el mismo sentido se pronunció el ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich, quien "descubrió el arraigo de la cultura popular y la importancia de lo local en un mundo que aún no sabía que el candombe era Patrimonio de la Humanidad".

El candombe es la música y el baile de los afrouruguayos, con los que Páez Vilaró convivió de joven en un barrio de Montevideo para empaparse de su cultura y con los que disfrutó en los carnavales como miembro de una de las cuerdas de tambores.

Algunos de sus compañeros en la cuerda estuvieron hoy en el funeral y acompañaron el cortejo fúnebre tocando sus tambores.

El ministro Ehrilch indicó que el artista pintó en honor de "la diversidad cultural, la paz y la comprensión", especialmente cuando fue autor de un enorme mural, uno de los más extensos del mundo, en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington.

Tras el homenaje, los restos mortales del artista fueron acompañados por los asistentes hasta el coche fúnebre, en medio de una cerrada ovación y algunos gritos de "Viva Uruguay".

El cortejo se dirigió al Cementerio Norte para que el artista sea enterrado en el panteón dispuesto por la Asociación General de Autores del Uruguay (AGADU).

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