Ban está "alarmado" por deterioro de seguridad en República Centroafricana

  • El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo hoy que está "alarmado" por el deterioro de la situación de seguridad en República Centroafricana y urgió a las autoridades de factor a restaurar el orden constitucional.

Naciones Unidas, 16 abr.- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo hoy que está "alarmado" por el deterioro de la situación de seguridad en República Centroafricana y urgió a las autoridades de factor a restaurar el orden constitucional.

"El secretario general está especialmente preocupado por los enfrentamientos entre el movimiento Séléka y la población en Bangui, que provocó la muerte de muchos civiles", dijo la oficina del portavoz de la ONU en un comunicado.

Ban condenó con fuerza los actos de violencia de la coalición rebelde Séléka (ahora en el poder) contra la población civil y volvió a pedir a las autoridades de facto que restauren el orden constitucional y garantice la protección de los civiles.

El secretario general de la ONU lamentó también el deterioro de la situación humanitaria en el país africano y por las graves violaciones de derechos humanos, desde asesinatos y violaciones a reclutamiento de niños soldados y saqueos indiscriminado.

"Los responsables de esas violaciones de derechos humanos tienen que ser llevados ante la justicia para responder por sus actos", añadió la oficina del portavoz, que hizo un llamamiento para seguir adelante con el proceso de transición.

Ban dio la bienvenida a los esfuerzos de la Comunidad Económica de los Estados de África Central (CEEAC) y la Unión Africana (UA) para ayudar a restaurar la paz en el país y pidió garantizar la implementación efectiva de los acuerdos de paz de Libreville.

El nuevo Ejecutivo ha prohibido que la gente porte armas, a pesar de que todavía es frecuente ver por la calle a individuos armados pertenecientes a la coalición rebelde Séléka y está tratando de incautarse de armamento disperso por la ciudad.

Sin embargo, esta operación de desarme se ha convertido en una nueva excusa para el pillaje, y ayer varias personas murieron a manos de los miembros de la Séléka por oponer resistencia a estos actos de saqueo.

El pasado 24 de marzo, las fuerzas de Séléka derrocaron en un golpe de Estado al hasta entonces presidente, François Bozizé, quien también accedió al poder en una asonada en marzo de 2003, y que ahora espera destino para exiliarse en África occidental.

El golpe de Estado de los rebeldes de la Séléka se produjo después de que en enero se hubiera celebrado en Libreville un proceso negociador entre el Gobierno centroafricano y los insurgentes.

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