La cepa británica del coronavirus ha pasado en diez días de ser algo residual en España, según palabras del director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, a la dominante en un 40% ó 50% de los casos diagnosticados a mediados del mes de marzo. Desde Sanidad advierten que tiene un mayor riesgo de transmisión, aunque las personas contagiadas "no tienen mayor riesgo de padecer una enfermedad grave". Los expertos alertan de que lejos de tranquilizarnos la lectura que se debería hacer de una variante así es preocupante porque "empezarán a subir las cifras de fallecidos", que sólo el pasado viernes (último día de recuento oficial del Ministerio hasta el lunes) fue de 400 personas en 24 horas.
El simple hecho de la capacidad de número de contagios hace que sean más las personas expuestas a la Covid-19 y que las salas de urgencias, ya saturadas, empiecen a llenarse de pacientes diagnosticados de todas las edades. En España han perdido la vida por coronavirus 55.441 personas (de nuevo, en cifras de Sanidad). Y según el último informe elaborado por el Instituto de Salud Carlos III por edades, el mayor porcentaje de defunciones sigue estando en las personas mayores de 80 años (11,7%). Según el informe de la 'Situación Covid en España', son las personas más mayores las que siguen sufriendo más las consecuencias del coronavirus.
Este cuadro refleja la realidad de que si la cepa británica va a acabar dominando en España eso aumentará la carga viral y las salas de urgencias de los hospitales pueden volver a llenarse de pacientes de todo tipo de edad y, "dada la fatiga pandémica que hay", acabarán de nuevo llenas de personas mayores a quienes cualquier familiar se lo ha contagiado en su casa, según reconocía el doctor de urgencias del Ramón y Cajal, César Carballo. Porque lo cierto es que los mayores de 70 años "están más asustados después de la primera ola y se han autoconfinado en sus casas", sin ver a sus nietos ni salir a tomar un café o de compras o al médico si lo pueden evitar. Este "miedo responsable", como define el doctor Carnevali, de poco sirve si el virus entra en sus casas.
Un estudio publicado por la revista Lancet hace unos días puso el foco en cómo estas personas eran precisamente las mayores víctimas cuando la Covid-19 entraba en un hogar. Para este estudio retrospectivo se buscaron los datos de la pandemia en hogares de Wuhan (China) del 2 de diciembre de 2019 al 18 de abril de 2020. En él se puede leer que los niños y adolescentes menores de 20 años son los que más contagian en el núcleo familiar, especialmente en los días previos a desarrollar los síntomas. Una vez la Covid-19 'entra' por la puerta, los miembros que antes son contagiados suelen ser los mayores de 60 años y los bebés de 0 a 1. En los datos de mortalidad el porcentaje en niños, adolescentes y jóvenes es casi inexistente.
La relajación durante el periodo navideño puede estar detrás de los nuevos datos de una pandemia que en España ya alcanza 2.499.560 casos y una incidencia acumulada de 828 por cada 100.000 habitantes. Un dato muy por encima del umbral de alerta máxima fijado por el Gobierno. Y mientras la situación empeora, las comunidades exprimen sus posibilidades para reducir contactos y movilidad con el fin de contener la pandemia que son aplaudidas desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) quienes exigen la adopción de medidas "más restrictivas y urgentes" ante "una situación de riesgo muy alto".
La sombra de un nuevo confinamiento, "aunque sea más corto" según los expertos consultados, vuelve a sobrevolar el país. En Moncloa no estaría ni sobre la mesa. Otro debate que resurge es el del uso de las mascarillas, más aún después de la decisión de Alemania de acordar el uso obligatorio de mascarillas FFP2 en el transporte público y comercios y el consejo de Francia de no utilizar las hechas en casa ante la nuevas variantes de la covid. Xavier Gastaminza, director General de Star Care, asegura a este medio que "lo que ahora ocurre viene a ser lo que las evidencias científicas demostraban sobre el contagio a través de aerosoles".
En España, la recomendación general de Sanidad es mascarilla higiénica para la población sana (excepto menores de 3 años y personas con dificultad respiratoria) y quirúrgica, para infectados y contactos estrechos. Las tipo FFP2 se venden en farmacias y establecimientos especializados y crean una barrera filtrando el aire inhalado y evitando la entrada de partículas contaminantes del tamaño del virus (0,3 micras) y no solo de una bacteria (0.6 a 1 micra).
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