En Málaga

Cómo se fabrica tabaco ilegal a 4 metros bajo tierra... y lo requisa la Guardia Civil

  • La Unidad Central Operativa de la Benemérita ha desmantelado el primer laboratorio clandestino de tabaco subterráneo de Europa. 
Desmantelada la primera fábrica subterránea de tabaco ilegal
Desmantelada la primera fábrica subterránea de tabaco ilegal
EFE

La Guardia Civil ha desmantelado la primera fábrica clandestina de tabaco de Europa... subterránea. Sí, bajo tierra. En una finca de caballos y a cuatro metros de profundidad, una organización criminal capitaneada por dos delincuentes huidos de la justicia en sus países cavaron una instalación de 200 metros cuadrados de la que solo se podía salir con ayuda exterior. Se sabía cuándo se entraba, pero no cuándo se salía. Y así, como esclavos, los trabajadores clandestinos que llegaban pasaban un mes sin ver la luz del sol y en unas condiciones insalubres. Desvelamos foto a foto cómo es esa fábrica ubicada en Málaga, en la que seis hombres que trabajaban en turnos de 24 horas estuvieron a punto de morir asfixiados porque ninguno de los detenidos en la superficie confesó que debajo seguían fabricando 3.400 cigarrillos a la hora, que en mercado alcanzan un beneficio de hasta un millón y medio de euros a la semana.

Un año de investigación ha llevado a los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) a un hallazgo histórico. Son enormes y numerosas las medidas de seguridad adoptadas por los miembros de este grupo delictivo para impedir cualquier acción policial, como un constante cambio de vehículos o llegar a dar 20 vueltas por Málaga hasta completar un recorrido. Pero no fueron suficientes para evitar las sospechas sobre esta finca de caballos de unos 2.000 metros cuadrados. Trece horas tardaron los agentes en destapar un habitáculo del que ninguno de los detenidos en superficie habló, pese al peligro de muerte que corrían los trabajadores. 

Cuadra de caballos
Finca de caballos en la que se ha descubierto la fábrica de tabaco ilegal  / Guardia Civil

La operación Hannibal empezó a las cinco de la madrugada. Mientras se inspeccionaban toda la zona bajo tierra, los ocho trabajadores que allí se encontraban empezaron a quedarse sin aire. Los pequeños conductos de ventilación del habitáculo dependía únicamente de un depósito exterior que cada día había que llenar de gasolina.  Se paraba si no había combustible. Una vez que llegó la Guardia Civil nadie lo llenó. Su hallazgo a las 23:00 horas impidió la muerte de todos ellos. 

Habitáculo entre cuadras
Entre dos cuadras un gran contenedor tapaba la fábrica / Guardia Civil

Entre cuadra y cuadra y tapado bajo un pesado contenedor, los empleados pedían auxilio a gritos, pero nadie les podía escuchar porque en la fábrica nada estaba hecho al azar. Todo el habitáculo estaba insonorizado. Tras varias pesquisas, los agentes al final movieron con maquinaria pesada ese contenedor y comprobaron que bajo el mismo había un agujero en el que al asomarse se veía un montacargas y unas escaleras que bajaban a esta fábrica, en la que al borde de la muerte aparecieron sus trabajadores pidiendo auxilio. 

Habitaculo
Bajo el contenedor encontraron la entrada al búnker / Guardia Civil

Una vez en el habitáculo las cifras de lo incautado impresionan. Los seis ucranianos que fueron detenidos se pasaban la mayor parte del tiempo en la parte central de la instalación, donde una máquina realizaba todo lo necesario para que el tabaco se picara, se creara el cigarrillo y, por último, se empaquetara. Toda la cadena necesaria para fabricar ese tabaco que en un 80% tenía como destino el mercado del Reino Unido. De hecho, la marca que se estaba falsificando es una inglesa. 

Máquina tabaco
La máquina ocupaba la mayor parte del espacio / G.C.

Las cifras de lo incautado marean: 153.000 cajetillas de tabaco listas para su venta, 17.600 kilos de picadura de tabaco, 20 kilos de hachís y 144 de marihuana. En los 13 registros domiciliarios que se realizaron -que acabaron con 20 personas detenidas de origen británico, lituano y ucraniano- también se desmanteló una plantación 'indoor' de marihuana.  Se les acusa de contrabando y de delitos contra la salud pública y contra los derechos de los trabajadores. Doce están ya en prisión comunicada y sin fianza por orden judicial y ocho han quedado en libertad provisional con obligación de comparecer ante la autoridad judicial y la prohibición de salir del territorio español. 

Tabaco picado
Rincón en el que se acumulaba el tabaco ya picado / G.C.

Para que la fabricación de tabaco ilegal no parara eran varios los trabajadores clandestinos que llegaban de otros países. Cada grupo podía estar dentro del habitaculo al que se accedía desde una escalera o un montacargas un periodo de tiempo de un mes. Dormían en literas distribuidas en dos habitaciones de unos doce metros cuadrados. 

Habitación
En las dos habitaciones había literas / G.C.

En este inusual y profesional escondite, dos metros estaban destinados al aseo, que contaba con plato de ducha y una lavadora. La cocina podía alcanzar los tres metros (con vitrocerámica, horno, nevera...) Cuando entraron los agentes la olla seguía puesta en el fuego y en la mesa había los restos de la comida de ese día. 

Aseo
 El aseo de la fábrica medía  dos metros cuadrados / G.C.

Uno de los cabecillas de la red -considerado como muy peligroso- estaba huido de las autoridades británicas por delitos relacionados con el tráfico de drogas y la falsificación de documento de identidad, y otro de los arrestados, de nacionalidad lituana, también figuraba como huido de la justicia de su país por delitos relacionados con el contrabando.

Cocina
La cocina de la fábric de tabaco subterránea / G.C.
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