Casi medio millón de multas en apenas un mes. Ese es el balance momentáneo de las sanciones impuestas por las Fuerzas de Seguridad desde que se decretara el Estado de Alarma el pasado 15 de marzo por la pandemia de coronavirus. Una situación excepcional que a la vez ha provocado que los apercibimientos a los ciudadanos registren cifras inéditas hasta el momento. Hasta el punto de que el número de multas en este corto periodo ya dobla a todas las que se registraron en 2018, según como recoge el Portal Estadístico de la Criminalidad, y las del año pasado, que fueron una cantidad muy similar según las fuentes consultadas en Interior. De cualquier manera, esa cifra supone batir todos los récords en comparación con los años anteriores desde la entrada en vigor de la Ley Mordaza, que es la que marca el reproche administrativo de los agentes a quienes se saltan el confinamiento obligatorio, de la misma manera que supondrá unos ingentes ingresos para el Estado, dado que se estima una sanción media de 600 euros para cada multa.
Según las cifras facilitadas por el Ministerio del Interior, hasta el 7 de abril hubo un total de 401.009 propuestas de sanción, lo que supone una media de más de 17.400 multas en los 23 días de cuarentena forzosa que se llevaban hasta esa fecha. Por tanto, en menos de un mes se han superado holgadamente la cifras de los doce meses anteriores y en 2018, cuando se alcanzaron las 249.665 sanciones contra la seguridad ciudadana. Este año fue el que marcó el pico desde la entrada en vigor de la legislación impulsada por el Gobierno de Mariano Rajoy, ya que años antes hubo muchas menos. En 2017 se impusieron 229.932, mientras que en 2016 no se pasó de 197.947. El primer año de la ley (2015) fue el periodo más relajado con apenas 87.872 multas.
Según fuentes de Interior, la mayoría de estas sanciones se basan en el artículo 36.6 de la norma, que es el que habilita a los agentes de Policía y Guardia Civil al reproche administrativo a un ciudadano cuando desobedece las obligaciones del estado de alarma. Lo que supone que los registros de multas se hayan disparado mucho más, ya que en 2018 tan solo hubo 13.413 según ese mismo artículo. Un texto legal que comprende la "desobediencia o la resistencia a la autoridad o a sus agentes en el ejercicio de sus funciones", la "negativa a identificarse a requerimiento de la autoridad o de sus agentes" y ofrecer "datos falsos o inexactos" cuando solicitan a alguien que se identifique.
Los distintos responsables policiales que comparecen a diario en Moncloa llevan días avisando de que han notado una cierta "relajación" de la población a la hora de cumplir las restricciones. Algo que se explica si se comparan los datos de esta Semana Santa con los de la segunda semana de cuarentena, que es cuando se alcanzó la cima tras el inicio de la alarma. Por ejemplo, el 23 de marzo hubo 21.341 propuestas de sanción, mientras que los dos días siguientes empezaron a descender. Una tendencia que se confirmó el el 27 de marzo, al situarse desde ahí por debajo de las 20.000. Hasta que llegó el 3 de abril, el viernes previo a Semana Santa, donde se alcanzó una cifra de 20.877. Los peores días fueron el 5 y 6 de abril, cuando se superaron las 23.700.
Lo que está por ver es que en qué se traducen estos centenares de miles de denuncias para aquellos a los que se les han impuesto. La cuantía de las sanciones por el artículo 36.6 va de los 600 a los 60.000 euros, como confirman desde Interior. Pero al tratarse de propuestas de sanción, la Delegación del Gobierno de cada comunidad es la que decide si confirma la valoración de la situación reflejada hecha por el policía o guardia civil y a cuánto ascenderá lo que deberá pagar el ciudadano expedientado. Según las fuentes consultadas, la mayoría de las multas no pasarán del entorno de los 600 euros. Aunque apuntan que las situaciones más rocambolescas pueden llegar a los 1.000 euros. Hasta el momento, el Ministerio no ha registrado grandes altercados que puedan motivar una sanción de 4 ceros.
Más detenidos en abril
Otro de los guarismos que llama la atención en estos días es el de los detenidos por ignorar las restricciones o por enfrentar a los agentes de la autoridad. Hasta ese 7 de abril, 3.479 personas habían sido arrestadas por distintas razones. El día en el que policías y guardias civiles tuvieron que emplearse más a fondo fue el 6 de abril, con 216 detenciones, al que sigue el 2 de abril, con 213. Lo que muestra un repunte desde que comenzó abril, ya que el día 5 hubo 206 arrestos, y el 7, 212. Unas actuaciones en las que se incluyen las intervenciones que realizaron la Ertzaintza, los Mossos d'Esquadra, la Policía Foral de Navarra y las fuerzas de seguridad locales y de Canarias.
A pesar de estos datos, el Ministerio del Interior asegura que "no se está registrando una tendencia que preocupe", ya que consideran que las variaciones "no son demasiado significativas". "Los comportamientos irresponsables son mínimos teniendo en cuenta que somos 47 millones de españoles", insisten desde el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska, que destaca además que la responsabilidad de la ciudadanía se confirma con el descenso del 83% de la movilidad que ha cuantificado la DGT. Aun así, lo que sí confirman las estadísticas es que en este 2020 habrá un giro en el tipo de sanciones mayoritarias por el estado de elarma. Antes de que se impusiera ese artículo 36.6, el récord lo tenía el 36.16, un apartado que regula el consumo o tenencia de drogas como la marihuana en cualquier lugar.
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