La polémica de los test salpica la gestión de la crisis por el coronavirus del Gobierno. Primero se descubrió que los 50.000 test de detección rápida que el Ejecutivo compró a China tienen una efectividad por debajo del 30%, y después que la Comunidad de Madrid fue la destinataria de cerca de 9.450 pruebas cuyos resultados son "sospechosos".
El consejero de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, detalló que fue el pasado domingo cuando se entregó esa remesa de exámenes sin validar a la localidad, en una entrevista a 'Onda Cero'. El experto explicó que el grupo de investigadores de la comunidad constató que las pruebas dan "falsos negativos y falsos positivos" tras examinar las nuevas herramientas distribuidas por el Gobierno Central.
Escudero declaró que eran test que no se podían usar "en ningún nivel" por la "baja fiabilidad" de sus resultados: "Hay gente que actúa con mucho rigor y otros que son oportunistas. En la Comunidad de Madrid actuamos con rigor y hubiéramos comprobado que funcionan aunque no nos lo hubieran dicho".
Fue el propio presidente Pedro Sánchez quien informó en una comparecencia desde Moncloa de la adquisición urgente de hasta 640.000 aparatos para repartirlos por todas las comunidades autónomas. Sánchez recalcó en esa rueda de prensa que se trataba de test "fiables y homologados" y que tenían "todas las garantías sanitarias".
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