Correa y Humala no se pronuncian sobre muerte de Cano por ser asunto interno

  • Los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y de Perú, Ollanta Humala, evitaron hoy pronunciarse sobre la muerte del máximo jefe de la FARC, alias "Alfonso Cano", por considerarlo un "asunto interno" de Colombia, pese a ser naciones vecinas e incluso compartir las consecuencias de ese conflicto.

Bogotá, 8 nov.- Los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y de Perú, Ollanta Humala, evitaron hoy pronunciarse sobre la muerte del máximo jefe de la FARC, alias "Alfonso Cano", por considerarlo un "asunto interno" de Colombia, pese a ser naciones vecinas e incluso compartir las consecuencias de ese conflicto.

"Somos respetuosos de los asuntos internos de cada país, lo que decimos de corazón es que de forma pacífica se resuelva definitivamente este conflicto para bien de Colombia y para bien de toda la región", aseveró Correa.

Correa hizo estas declaraciones durante una rueda de prensa al término de la cumbre extraordinaria de la Comunidad Andina (CAN), que congregó hoy en Bogotá a los presidentes de Ecuador, Perú, Bolivia y Colombia.

El ecuatoriano reconoció, no obstante, que desde su país se ve "con preocupación el conflicto colombiano" porque sus ciudadanos son "víctimas", al recordar que ese país gasta "120 millones de dólares, que necesita para su desarrollo, para cuidar una frontera caliente, extensa, selvática".

Y agregó que cuidan esa frontera "no sólo por los grupos irregulares, sino por el narcotráfico, y debe estar en la agenda andina", porque, según Correa: "a estos enemigos de la democracia solo los vamos a vencer juntos".

En términos similares se expresó el peruano Humala, quien como comandante del Ejército luchó en los años ochenta contra la guerrilla maoísta de Sendero Luminoso en las zonas de emergencia del país andino.

Se unió así a las palabras de Correa cuando a ambos se les solicitó su opinión sobre la reciente muerte, a manos del Ejército colombiano, de Guillermo León Sáenz, alias "Alfonso Cano", y eludieron dar una respuesta clara.

"Somos muy respetuosos de cada pueblo hermano, y la experiencia vivida en el Perú de una guerra interna sólo queda invocar a que se encuentre el camino de la paz, la reconciliación, la integración", afirmó Humala, para después también reconocer que el conflicto colombiano es un problema de seguridad regional.

El peruano ofreció a Colombia la colaboración de Perú: "encantados de apoyarlos en un proceso de reconciliación y enfocar más esos presupuestos que invertimos en seguridad, en desarrollo".

A su turno, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, se mostró satisfecho por las palabras de sus homólogos de Ecuador y Perú, y volvió a congratularse por la muerte de "Cano".

"Yo no suelo dar regalos para que me den las gracias, doy regalos porque me nace dar los regalos. De la misma forma no hacemos acciones para que nos feliciten, hacemos acciones porque (...) es lo correcto, que es lo que tenemos que hacer. En el caso de 'Alfonso Cano' era lo correcto porque queremos buscar la paz en este país a las buenas o a las malas", matizó Santos.

Santos adelantó que se mantendrá la presión militar mientras no se vea "voluntad de paz", y sólo en ese caso abrirá "la puerta del diálogo".

Y sobre la percepción internacional que se tiene del conflicto colombiano y del último golpe a las FARC señaló: "éste es un problema de Colombia que vamos a resolver los colombianos"

"Cuando necesitemos ayuda acudiremos y estoy seguro que Evo Morales, Rafael Corra y Ollanta Humala nos darán esa ayuda para conseguir la paz", concluyó.

Por último, Correa, al ser preguntado si consideraría calificar como grupo terrorista a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), señaló que ningún país sudamericano lo ha hecho aún.

"Nosotros no vamos a llamar terrorista porque a un gobierno se le ocurre llamar terrorista (...), con fundamento o sin fundamento", manifestó, al agregar que para hacerlo habría que buscar una definición de consenso sobre el término "terrorismo".

Porque a su juicio hay otras formas de terrorismo, como son las ejecuciones sumarias o las violaciones a los debidos procesos.

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