Descubren indicadores clave para controlar la enfermedad de chagas


Miembros de la Red de Investigación en Enfermedades Tropicales (Ricet) del Instituto de Salud Carlos III han descubierto indicadores clave para controlar la enfermedad de Chagas, que afecta a 30.000 personas en España y a 10 millones en todo el mundo.
Considerada como desatendida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la enfermedad de Chagas es endémica del continente americano y presenta elevados índices de morbilidad y mortalidad.
Según informa este grupo de investigadores, las heces de una chinche llamada vinchuca que habita en las grietas de paredes y tejados en viviendas de adobe y paja son la forma más frecuente de transmisión del parásito Trypanosoma cruzi, causante de la enfermedad. También se puede contraer al beber el jugo de ciertas frutas porque el parásito puede vivir 30 días en su interior.
Cómo está afectando el agente infeccioso (Trypanosoma cruzi) a los tejidos durante la fase crónica "asintomática" de la enfermedad (fase indeterminada), decidir sobre la conveniencia o no de tratar a un paciente con la patología, saber si el tratamiento está resultando eficaz o conocer si el enfermo está tomando o no la medicación eran hasta ahora aspectos demandados por los médicos, pero imposibles de conocer debido a la falta de indicadores que les informaran sobre ellos.
Así lo destaca el doctor Agustín Benito Llanes, coordinador de la Ricet y director del Centro Nacional de Medicina Tropical, también perteneciente al Instituto de Salud Carlos III.
Descubrir biomarcadores que permiten conocer y controlar cada uno de esos aspectos ha sido el eje de un estudio multicéntrico realizado por un equipo de investigadores de la Ricet, en el que han intervenido también la Unidad Regional de Medicina Tropical y el Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia, entre otras instituciones.
Hasta ahora no existían marcadores que indicaran cómo estaban siendo afectados los tejidos durante los 20-30 años en que la enfermedad es asintomática. Tampoco se podía saber cómo evolucionaba la patología, ya que la velocidad a la que progresa depende de la capacidad de respuesta del sistema inmunológico de cada persona frente a la actividad del parásito.
Los investigadores de la Ricet han hallado unos biomarcadores que permiten identificar la caída de anticuerpos cuando el tratamiento está o no resultando eficaz. Con este sistema saben, primero, si está tomando o no el tratamiento, y en segundo lugar si está en vía o no de curación. Además, el biomarcador detecta posibles recaídas de la enfermedad.
Estos hallazgos han sido publicados en las revistas científicas "BMC Infectious Diseases" y "Clinical and Vaccine Inmunology".
Los biomarcadores descubiertos tendrán una fácil aplicación práctica a los pacientes, ya que bastará una técnica serológica no convencional de sencilla realización y coste no elevado, basada en la determinación del nivel de anticuerpos existente en el suero de los pacientes de Chagas.
Pero para ello será necesaria la participación de una empresa dispuesta a desarrollar el "kit" de medición y a distribuirlo por todo el sistema sanitario español. Su implantación permitiría, entre otras cosas, disminuir enormemente los casos de personas con alteraciones tisulares y por tanto con hospitalización y elevados costes sanitarios.

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