Elzbieta Karska, que encabeza una unidad de la ONU que estudia el problema de los combatientes extranjeros que viajan a zonas de conflicto, dice que el grupo EI está utilizando las redes sociales y las conexiones informales y familiares para reclutar nuevos yihadistas.
Los intermediarios, que en muchos casos están en Siria, "obtienen un pago en función del número de personas reclutadas y si una de estas personas después se casa", precisaron los expertos de la ONU en un informe preliminar publicado en Bélgica, el país europeo más afectado por este fenómeno.
"Si es alguien muy formado como un especialista en informática o un médico, entonces pagan más", dijo en la rueda de prensa Karska.
"Lo que supimos es que a los reclutadores les pagan desde 2.000, 3.000 hasta 10.000 dólares dependiendo de quién sea captado", dijo el abogado, que advirtió que estas conclusiones son preliminares.
El perfil de los combatientes es "diverso" pero la edad media está en torno a los 23 años y cada vez hay más mujeres que deciden partir.
Las motivaciones son variadas, desde la "convicción religiosa", los "motivos humanitarios" o incluso "la búsqueda de aventuras".
El perfil no corresponde siempre a las personas subempleadas. "Muchas tienen una buena situación económica", señala Karska.
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