El PKK ha matado a más cien personas desde las elecciones de junio

  • El grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) ha matado al menos a un centenar de miembros de las fuerzas de seguridad turcas y a alrededor de una veintena de civiles desde las pasadas elecciones del 12 de junio.

Estambul, 19 oct.- El grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) ha matado al menos a un centenar de miembros de las fuerzas de seguridad turcas y a alrededor de una veintena de civiles desde las pasadas elecciones del 12 de junio.

En esos comicios, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de Recep Tayyip Erdogan revalidó su mayoría absoluta e inició su tercera legislatura, mientras que los nacionalistas kurdos del Partido de la Paz y la Democracia (BDP) lograron 35 escaños de los 550 del Parlamento, el mejor resultado de su historia.

Sin embargo, la Justicia impidió a seis de los parlamentarios kurdos -encarcelados por supuestos lazos con el PKK- tomar su acta de diputado, a lo que se añaden los centenares de detenidos, entre ellos varios cargos municipales electos, por su presunta participación en el grupo armado, conocido por las siglas de KCK.

Estos hechos, junto a la falta de solución a un conflicto que ha causado unas 45.000 víctimas desde 1984, elevaron la tensión entre los kurdos, y el PKK decidió romper la tregua e incrementar la dureza de sus atentados, incluyendo los dirigidos a civiles.

El PKK ha matado desde entonces a unos 100 miembros de las fuerzas de seguridad, entre militares, policías y miembros del grupo paramilitar kurdo de la Guardia Rural.

Al menos 18 civiles han muerto también en diversos atentados, el peor de los cuales fue una bomba en el centro de Ankara que reivindicó el grupo Halcones por la Libertad del Kurdistán (TAK), un grupo o bien escindido del PKK o bien utilizado por la facción más radical dentro de la organización.

Igualmente, el PKK ha recuperado la estrategia de los secuestros, que no practicaba desde la década de 1990, y desde junio ha capturado a unas 23 personas (18 de ellas, civiles).

El atentado de hoy, en el que, según el gobierno, fallecieron al menos 24 miembros de las fuerzas de seguridad y dieciocho resultaron heridos, es el más letal desde septiembre de 1992.

Además, llega sólo un día después de que una mina accionada por control remoto, supuestamente por el PKK, acabara con la vida de 5 policías y 4 civiles, entre ellos una niña de 2 años y un niño de 10, que falleció hoy en el hospital víctima de las heridas sufridas.

Por su parte, el Ejército turco asegura haber matado a más de una veintena de rebeldes kurdos en territorio turco y a otros 145 en bombardeos aéreos dentro de Irak, aunque estas cifras no han sido confirmadas por fuentes independientes.

Debido a estas intensas luchas, 15 zonas en cuatro provincias del sureste del país (Diyarbakir, Sirnak, Siirt y Hakkari) han sido declaradas zonas militares de acceso restringido entre el 3 de octubre y el 3 de enero próximo.

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