El presidente centroafricano ordena crear un Consejo Supremo de Transición

  • El autoproclamado presidente de la República Centroafricana (RDC), Michel Djotodia, líder de la coalición rebelde Seleka que dio un golpe de Estado el pasado 24 de marzo, ordenó hoy la creación de un Consejo Supremo de Transición (CST).

Bangui, 6 abr.- El autoproclamado presidente de la República Centroafricana (RDC), Michel Djotodia, líder de la coalición rebelde Seleka que dio un golpe de Estado el pasado 24 de marzo, ordenó hoy la creación de un Consejo Supremo de Transición (CST).

El órgano tendrá la misión de elegir al nuevo presidente del país, que estará al frente de la RCA los próximos 18 meses, el periodo de transición que el nuevo Gobierno ha estipulado, según apunta el texto con el que Djotodia ordena la instauración del CST.

"Se creará un órgano constituyente y legislativo denominado Consejo Superior de Transición. El CST tendrá como misión elegir al presidente de la República para un mandato de 18 meses, preparar un proyecto de Constitución que se someterá a referéndum, y asumir las prerrogativas legislativas conferidas a un órgano legislativo", apunta el texto.

El CST estará compuesto por 97 miembros, de los que 20 serán elegidos por los distintos partidos políticos: 14 de ellos provendrán de la oposición democrática y 6 del antiguo partido gubernamental.

El resto de los 77 puestos serán ocupados por miembros de la sociedad civil, de organizaciones religiosas y de los sindicatos del país.

La formación del CST se produce como resultado de las propuestas que plantearon los jefes de Estado del África Central reunidos el pasado miércoles en una cumbre celebrada en Chad, y que Djotodia aceptó un día después.

Los jefes de Estado, que se negaron a reunirse con Djotodia, demandaron que se estableciera un organismo para elegir a un nuevo presidente de la transición y redactar una nueva Constitución.

Los rebeldes de Seleka, encabezados por Djotodia, tomaron hace dos semanas el control de Bangui, y acabaron así con diez años de poder del presidente Bozizé, que abandonó precipitadamente la capital con rumbo a Camerún, país vecino desde donde ha pedido asilo a Benin.

En enero, comenzó en Libreville (Gabón) un proceso negociador entre el Gobierno centroafricano y Seleka, que culminó el día 11 de ese mes con la firma de unos acuerdos de paz que contemplaban un alto el fuego y una transición de un año con un Gobierno de unidad nacional que no satisfizo las exigencias de los rebeldes.

Los insurgentes retomaron las armas el pasado marzo, tras dar un ultimátum a Bozizé para cumplir varias reivindicaciones -retirada de tropas extranjeras del país y liberación de presos políticos, entre otras- que expiró el día 20 de ese mes, y avanzaron hasta Bangui.

La coalición Seleka, compuesta por cuatro grupos rebeldes, se alzó en armas en el norte del país el pasado mes de diciembre al considerar que Bozizé no había respetado unos acuerdos de paz firmados en 2007.

Estos tratados contemplaban -entre otros asuntos- la integración de combatientes rebeldes en el Ejército centroafricano, la liberación de una serie de presos políticos y el pago a los milicianos sublevados que optaran por el desarme.

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