El presidente yemení ordena al Ejército proteger la capital del país

  • El presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, ordenó hoy al Ejército yemení proteger la capital del país, Saná, después de que ayer los rebeldes chiíes secuestrasen al director de su oficina, Ahmed Auad Mubarak, informó la agencia oficial de noticias Saba.

Saná, 18 ene.- El presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, ordenó hoy al Ejército yemení proteger la capital del país, Saná, después de que ayer los rebeldes chiíes secuestrasen al director de su oficina, Ahmed Auad Mubarak, informó la agencia oficial de noticias Saba.

La orden fue emitida tras una reunión extraordinaria del Consejo Nacional de Defensa, presidida por Hadi, para estudiar la evolución de la situación de seguridad en el país.

Durante la cita, el mandatario insistió en la necesidad de que "el Ejército y la policía asuman la responsabilidad de preservar la seguridad en Saná".

Por el momento no se ha visto ningún movimiento de las fuerzas militares en la capital yemení, que se encuentra bajo el control de los combatientes del movimiento chií de los hutíes desde finales del pasado mes de septiembre.

El secuestro ayer de Mubarak puso en evidencia de nuevo la complicada relación entre la Presidencia y los hutíes, que controlan, además de la capital, siete provincias del Yemen.

Los hutíes justificaron el secuestro del jefe de la oficina presidencial para "poner fin a los obstáculos" que suponía este responsable para la aplicación del acuerdo de paz alcanzado con la Presidencia yemení el pasado 21 de septiembre.

Acusaron a Mubarak de intentar allanar el camino a la aprobación de un borrador de la nueva Constitución que "incluye varias violaciones y tiene el objetivo de destrozar el país".

El proyecto de Carta Magna estipula la división del país en seis regiones bajo un nuevo Estado federal, algo rechazado por el movimiento chií, que aboga por tan solo dos provincias.

El movimiento chií ha ocupado los edificios gubernamentales de Saná, establecido puestos de control en las ciudades en sus manos e irrumpido en las oficinas o viviendas de miembros del Ejecutivo y de grupos rivales.

Los rebeldes, que controlan desde 2010 la provincia septentrional de Saada, han expandido sus dominios a otras regiones del país y forzaron en septiembre pasado la dimisión del Gobierno.

Desde octubre, afrontan, sin embargo, una dura resistencia por parte de clanes suníes y de Al Qaeda, siendo este último autor de varios atentados contra los chiíes.

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