El Salvador recomienda a Colombia un programa de reinserción legal con FARC

Bogotá, 4 abr.- El jefe negociador del Gobierno de El Salvador en los acuerdos de paz de 1992 en ese país, Oscar Santamaría, recomendó hoy a Colombia ponerle fin al "derramamiento de sangre con la reinserción de los excombatientes", que como en su país se convirtieron en una fuerza política.

Con este argumento El Salvador puso fin al conflicto armado luego de 28 meses de discusiones, convirtiéndose, según las Naciones Unidas, en un ejemplo para otros países, en este caso para Colombia que adelanta diálogos desde noviembre de 2012 con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en La Habana, Cuba.

"Nosotros dimos como prioridad el ponerle fin al derramamiento de sangre y establecimos condiciones de tipo político con programas de reinserción de los excombatientes en un marco de plena legalidad", aseguró hoy a Efe Santamaría, miembro del partido Arena, de El Salvador, y quien fue negociador y firmante de los acuerdos de paz de su país.

Santamaría hizo parte del grupo de expertos en temas de procesos de paz que se reunieron hoy en Bogotá con representantes de las Comisiones de Paz del Congreso colombiano, quienes escucharon sus experiencias y también las de los representantes de Guatemala Héctor Rosada e Idulvina Hernández.

"Nosotros le dejamos en claro a la guerrilla que lo primero era dejar las armas, y cuando aceptaron se convirtieron en una fuerza política a través de un decreto legislativo. Y eso es lo que ahora ellos son, un grupo de alzados en armas que son un partido político que compite en igualdad de condiciones con el resto de partidos en el país", aseguró Santamaría.

El representante indicó que como Gobierno, en ese momento con el presidente Alfredo Cristiani (1989-1994), les "hicieron una oferta de paz a los alzados en armas y se estableció una metodología que era integrar comisiones bilaterales por el lado de ellos y por el lado nuestro y al final, después de 28 meses y 7 días llegamos a la firma de Chapultepec el 16 de enero de 1992".

Sobre las negociaciones de paz que adelanta Colombia, Santamaría enfatizó que durante la reunión de hoy hicieron hincapié "en que tiene que haber una firma de voluntad política para esto. Si se tiene una firma de voluntad a pesar de los riesgos, a pesar de los desafíos que pueden contener hasta amenazas en un proceso de estos, se puede salir adelante, se pueden superar las dificultades".

Manifestó que "debe haber un objetivo bien claro, bien definido de poder llegar a acuerdos que deben ser sobre cosas reales y concretas, ojalá sin pensar en mucho temas a la vez", manifestó.

Santamaría sin embargo reconoció que cualquier esfuerzo que se haga por la paz es importante.

"Yo creo que todos los esfuerzos que se puedan hacer, y todos los intentos que se puedan plantear por la paz son válidos en esta área, para poder llevar la paz y la tranquilidad a una sociedad, a un país", puntualizó.