"Enero negro" una de las matanzas presentes en el corazón de los azerbaiyanos

  • "Enero negro", con este nombre recuerdan el próximo 20 de enero los azeríes la entrada de las brigadas especiales de las tropas soviéticas en Bakú, hecho que precedió a la independencia de esta exrepública soviética.

Carmen Clara Rodríguez

Bakú, 18 ene.- "Enero negro", con este nombre recuerdan el próximo 20 de enero los azeríes la entrada de las brigadas especiales de las tropas soviéticas en Bakú, hecho que precedió a la independencia de esta exrepública soviética.

La situación convulsa de Azerbaiyán en busca de la independencia de la Unión Soviética y los conflictos entre armenios y azerbaiyanos sirvieron de pretexto al entonces presidente de la URSS, Mijail Gorbachov, para decretar el 20 de enero de 1990 el "estado de excepción" y tratar así de sofocar los movimientos independentistas de Azerbaiyán.

"Mi marido trabajaba en el Ministerio de Transportes. La entrada de las tropas especiales rusas hizo que muchos habitantes se lanzaran a la calle en señal de protesta", dijo una mujer a Efe, delante de la tumba de su marido.

"Ismayilov fue uno de ellos. A media tarde regresó a casa, quería tomarse una taza de té y besar a nuestros hijos. Le di una bufanda para protegerse del frío", explicó.

"Me quedé toda la noche con mis hijos de 9 y 11 años. Desde la ventana veía iluminarse el cielo, a consecuencia de los disparos de artillería."

"No pude aguantar más, escondí a los niños debajo de la cama y salí en busca de mi esposo. Encontré su cuerpo, acribillado a balazos, en el hospital, le quité la bufanda y desde entonces la guardo.", narra la mujer de mediana edad que viste abrigo y gorra de lana para protegerse del frío.

Gorbachov justificó internacionalmente la entrada de las fuerzas especiales rusas en Bakú alegando que los soldados de su país destacados en Azerbaiyán eran atacados por francotiradores, acción que atribuyó a los grupos extremistas.

Sin embargo, el informe realizado en esas fechas por la ONG Shield aseguraba que "no había evidencia" de que hubiera francotiradores.

Una de las primeras acciones de las tropas rusas en su camino a Bakú fue volar el repetidor de la televisión estatal de Azerbaiyán.

La ausencia de este medio de comunicación propició que muchos habitantes de la ciudad desconocieran el "estado de excepción", mientras que los tanques rusos se situaban estratégicamente en la capital de Azerbaiyán.

Un larga hilera de tumbas de mármol en las proximidades del mar Caspio, culmina en una llama permanente en recuerdo de los azerbaiyanos que murieron en distintas matanzas en el siglo XX.

En los primeros días de la invasión, los soviéticos trataron de ocultar los hechos a la opinión pública internacional; la prensa fue silenciada y la televisión había sido atacada.

La ONG Human Rights, en el informe que elaboró a raíz de los hechos, consideró "desproporciona la fuerza soviética".

"Desde el 22 de enero y durante cuarenta días estuvimos sin trabajar en señal de duelo y protesta", aseguró a Efe el presidente de la Asociación de Víctimas, Yusif Bunyatzadeh, que se detiene delante de la tumba de su hijo.

"Ülvi Yusif Bunyatzadeh era un joven de 23 años, uno de los fundadores del Frente Popular -movimiento independentista- en la Facultad de Lenguas Extranjeras. Hablaba cinco idiomas, había escrito varios libros y entre sus escritores preferidos figuraba Cervantes".

"Yusif no aguantó la presión y se disparó una bala en el cuello. Dejó un escrito en el cual aseguraba que no podía fallar a "su religión, su patria y sus padres." concluye su padre.

El caso de este joven escritor no fue el único.

"Ilham y Fariza Allahverdiyeva llevaban casados 19 días. Él era militar, al ver entrar a las tropas soviéticas salió a la calle, se paró delante de un tanque y pidió que no dispararan sobre la población. Le mataron."

Su mujer se envenenó. Ella tenía 20 años y el 28. Se les conoce como "Romeo y Julieta" de Azerbaiyán, asegura uno de los integrantes de la Asociación de Víctimas de Enero Negro y padre de uno de los fallecidos.

El cerco a Bakú y el "estado de excepción" duró cuatro meses causó 137 muertos, más de 700 heridos y 800 personas fueron detenidas sin poder acogerse a las leyes, según fuentes de la Asociación de Víctimas de Enero negro.

El 18 de octubre de 1991, un año y nueve meses después de Enero negro, Azerbaiyán lograba su independencia y los fallecidos en el cerco a Bakú son hoy considerados mártires.

Veinticuatro años después, sentimientos de dolor y orgullo se entremezclan entre sus allegados.

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