La falsa multa no pagada de la DGT que  permite robos en las cuentas corrientes

La Policía Foral de Navarra alerta de una nueva ola de intentos de estafa en nombre de la Dirección General de Tráfico (DGT). En este caso las víctimas se encuentran en su correo un mensaje que les indica que "en nuestros sistemas se ha identificado una multa de tráfico no pagada dirigida a usted o su vehículo". A continuación invita a comprobar la notificación visitando un enlace que supuestamente da acceso a la sede electrónica de la DGT. Quien pincha ahí ha caído en lo que buscan estos estafadores, que logran así los datos bancarios para acceder a las cuentas corrientes sin problema. 

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No es la primera vez que se intenta estafar en nombre de la DGT. Y no es la única entidad que sufre estas suplantaciones por unos delincuentes que ya se han hecho pasar por Hacienda, compañías de luz y agua y  numerosas entidades bancarias. Su objetivo final, llamar la atención de la víctima de tal forma que tenga necesidad de pinchar en el link que les indican. La persona que lo hace se cree seguir navegando por una web segura, pero nada más lejos de la realidad. 

Creeremos estar rellenando el formulario necesario para dejar de tener la multa, pero en realidad estamos dejando al descubierto nuestro número de cuenta, contraseña y resto de datos que quieran solicitar. El primer consejo que siempre dan los expertos es recordar que nunca desde la DGT se nos notificará de esa forma que tenemos algún pago pendiente. Otra forma de asegurarnos de que no vamos a ser engañados es no pinchar nunca en los enlaces que nos indican. 

"Lo mejor es abrir una nueva ventana en el navegador y poner nosotros mismos la dirección que corresponda", insisten. Antes de hacer clic en el enlace también se recomienda colocar el cursor sobre él. Si la URL del enlace no coincide con la descripción, es posible que te lleve a un sitio web de phishing. Se trata de correos que suelen utilizar la misma cuenta de correo de la entidad que suplantan, pero si nos fijamos bien en el campo del remitente suelen alterar alguna letra que en una rápida lectura simula ser la DGT pero en realidad está alterada la dirección.