La propagación del coronavirus ha alcanzado niveles alarmantes con más de 40.600 personas infectadas y más de 1.000 fallecidos en el mundo. La epidemia con origen en la ciudad china de Wuhan todavía no tiene un desencadenante claro (la última hipótesis apunta a los pangolines) pero lo cierto es que compartir comida y cubiertos es un riesgo claro de transmisión de la enfermedad.
El último ejemplo en este sentido es el de los nueve miembros de una familia de Hong Kong que compartieron un estofado tradicional: todos contrajeron el coronavirus. Con estas nueve personas, la cifra de infectados por el coronavirus en Hong Kong asciende a 42.
Dos de los miembros de la familia habían viajado recientemente a zonas de China. Cuando se reunieron para comer todos estaban bien, siendo lo más reseñable algún síntoma de problemas leves respiratorios, pero después de la cena comenzaron a sentirse realmente enfermos.
El domingo, uno de los familiares de 22 años y su abuela dieron positivo por coronavirus. La misma tarde, los otros siete comensales fueron diagnosticados de la misma enfermedad, según informa el diario 'South China Morning Post'.
Las últimas investigaciones señalan que el coronavirus es transmisible entre humanos como cualquier otra enfermedad respiratoria, es decir, con las gotas de saliva que se expulsan del cuerpo con la tos y los estornudos.
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