¿Dónde te has puesto la vacuna? Según el brazo varía tu resistencia a la covid

Conformen pasan los meses, la ciencia va conociendo más detalles sobre el funcionamiento y los efectos secundarios de las vacunas que se han desarrollado para paliar las consecuencias más dañinas del coronavirus. Desde que se comenzaran a inyectar a finales del año 2020, diversos estudios han ido probando la eficacia de este remedio frente a los casos más graves por covid-19. 

Esta inoculación ha servido para recuperar casi al 100 % la normalidad de la vida anterior a la pandemia. Gracias a la vacuna, el número de defunciones por el coronavirus se ha reducido drásticamente, pese a que los niveles de contagio sigue siendo muy elevados. Esto ha permitido, como mencionábamos anteriormente, que la sociedad vuelva a moverse sin restricciones y sin limitaciones de aforo o de tiempo. Todavía falta tiempo para poder acabar con la crisis sanitaria, pero las inyecciones han supuesto un gran avance.  

Una mejor inmunidad

En este punto, un gran número de ciudadanos ya cuenta con la tercera dosis, la de refuerzo, para dar una ayuda extra al sistema inmunitario. En este sentido, una investigación llevada a cabo por los científicos de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, ha puesto de manifiesto que inyectar la vacuna  en un mismo brazo incrementa la respuesta de la memoria celular, por lo que se consigue aumentar la inmunidad de la protección contra el COVID-19.

Los datos del estudio se han publicado en la revista científica 'Science Immunology'. El documento explica que conocer el resultado de la efectividad de la investigación, los profesionales realizaron testeos en ratones, aunque también se hizo pruebas con vacunas contra el virus de la gripe. Para ello, los expertos inyectaron a un grupo de roedores el compuesto en la misma pata y a otros en dos. Asimismo, a otros ejemplares les pincharon con el mismo tipo de fórmula y al resto con diferentes. 

Respecto a los resultados, los científicos comprobaron que habían sido muy parecidos, por en aquellos animales que se les había inoculado en la misma pata, la respuesta de células B, las encargadas de producir nuevos anticuerpos, fue mucho más contundente. Verificado con éxito en los ratones, los profesionales han asegurado que el hallazgo es extrapolable a los humanos y a otras enfermedades.