Inmigración. Los jesuitas alertan de que las nuevas políticas migratorias generarán “rutas más largas y peligrosas”


La decisión adoptada por el Consejo de Ministros de Exteriores de la Unión Europea de destruir las embarcaciones de inmigrantes africanos que buscan una vida mejor fuera de sus países provocará la creación de “rutas alternativas más largas y peligrosas” e, incluso, “puede que no detenga el flujo” hacia Europa.
Así lo denunció en declaraciones a Servimedia Cristina Manzanedo, abogada del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), que protestó por “la ausencia de vías legales y seguras" para quienes, en la mayoría de los casos, escapan de guerras o, incluso, atraviesan países, como Libia, que viven un conflicto.
Es más, según la abogada, “la respuesta del uso de fuerza contra barcos de inmigrantes representa un fracaso moral de Europa”, cuando “salvar vidas es un imperativo moral básico”.
El SJM también denuncia el intento de la UE de alegar ante las Naciones Unidas que la inmigración afecta a la paz y a la seguridad para poder intervenir militarmente, pues sólo así se puede autorizar el uso de la fuerza fuera de un territorio.
“El acuerdo de este lunes muestra que la amenaza que percibe Europa es los efectos que pueda tener en los Estados miembros la llegada de inmigrantes, no el inmenso su sufrimiento humano que implica el acceder a Europa poniéndose en manos de traficantes”, añadió.
“El plan no alude a vías seguras, sino que Europa ha intentado protegerse a sí misma”, prosiguió, cuando la prioridad, desde el punto de vista de los jesuitas, debe ser “evitar muertes y abordar las causas profundas de la crisis que hay en el Mediterráneo”, pues se trata de “una situación excepcional” que requiere “una respuesta excepcional y coordinada”.
Manzanedo también denunció que la operación militar “puede llevar a nuevas violaciones de derechos humanos” y que haría falta abordar “la responsabilidad de Europa por el impacto que pueda tener en los derechos” de las personas que buscan un futuro mejor.
Cristina Manzanedo recordó que en lo que va de año, al menos 1.500 personas han muerto en su intento de cruzar el Mediterráneo (800 de ellas sólo en el mes de abril).
Respecto a otro de los puntos polémicos tratados en el Consejo de Ministros de la UE, sobre las cuotas de inmigrantes que debe acoger cada país miembro, desde el SJM se ve “muy difícil” alcanzar un consenso.

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