Italia rechaza críticas de Alemania sobre fallas en gestión de la migración

  • El ministro italiano de Relaciones Exteriores, Paolo Gentiloni, rechazó este miércoles las críticas lanzadas por Alemania y Francia contra las fallas en la gestión de la crisis migratoria que desborda a Italia y Grecia.

"Italia cumple muy bien su deber (...) inclusive hace más de lo que le toca, ya que salva a miles y miles de vidas humanas y además acoge a los refugiados", aseguró el ministro en una entrevista al diario Il Corriere della Sera.

"Somos un modelo positivo a nivel internacional" por el empeño con el que la Marina italiana rescata a diario a miles de inmigrantes que arriesgan la vida atravesando el Mediterráneo para entrar a viejo continente, recalcó el canciller.

Gentiloni, con tono duro, rechazó las críticas lanzadas el lunes desde Berlín por el presidente francés François Hollande y la canciller alemana Angela Merkel sobre la necesidad de que Italia y Grecia pongan en marcha "este año y sin dilaciones" centros de registro para los refugiados e inmigrantes.

"Pedir a Italia y Grecia que cumplan su tarea de cara a la inmigración es como pedir a un país afectado por las inundaciones que acelere la producción de paraguas", comentó irritado Gentiloni.

"Europa tiene que cambiar dirección y dejar de regañar a los países situados en la frontera exterior", afirmó.

Para el ministro, la grave crisis migratoria debe ser abordada en forma unificada.

"Suena algo ambicioso, pero es la única vía posible. Los emigrantes no llegan a Italia, Grecia, Hungría o Alemania, sino a Europa. Las normas de acogida también tendrán que europeizarse", explicó de manera crítica al periódico.

"Como van las cosas, las tensiones podrían poner en cuestión los Acuerdos de Schengen (de libre circulación entre 26 países europeos) y regresar a las fronteras del pasado", advirtió.

Ante el pedido de realizar con más rapidez los centros de acogida para los migrantes, el ministro recordó que primero es necesario revisar el acuerdo de Dublin sobre el derecho de asilo que obliga al solicitante a permanecer en el país de llegada.

Los países del norte de Europa, entre ellos Alemania, reprochan a Italia y Grecia de retrasar la identificación de los recién llegados, lo que les permite continuar su camino hacia otros países para que puedan presentar la solicitud de asilo ahí, donde en general las condiciones de vida son mejores.

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