Jefe de cascos azules reconoce que observadores tienen dura misión en Siria

  • El jefe de los cascos azules, Hervé Ladsous, reconoció hoy en Damasco que los observadores de la ONU afrontan una dura misión en Siria, de donde se ha retirado la mitad del contingente tras el deterioro de la seguridad y el aumento de los choques entre el régimen y los rebeldes.

El Cairo, 25 jul.- El jefe de los cascos azules, Hervé Ladsous, reconoció hoy en Damasco que los observadores de la ONU afrontan una dura misión en Siria, de donde se ha retirado la mitad del contingente tras el deterioro de la seguridad y el aumento de los choques entre el régimen y los rebeldes.

Aun así, "los diplomáticos deberían ser siempre optimistas. Estoy de acuerdo con que (la situación) es peor ahora que antes, pero confío en que los círculos viciosos se acabarán y el diálogo comenzará", afirmó Ladsous en declaraciones a la prensa, tras llegar ayer a la capital siria para evaluar el conflicto sobre el terreno.

El subsecretario general para Operaciones de Paz de la ONU resaltó que el número de observadores en Siria se ha reducido a la mitad, de 300 a 150, por cuestiones de seguridad y la continuación de la violencia.

A ese respecto, desde Ginebra, Ahmad Fauzi, portavoz del enviado especial de la ONU para Siria, Kofi Annan, explicó hoy que la medida responde a "la decisión de reconfigurar los objetivos de la misión y centrarse más en aspectos políticos que en militares".

Esta mañana, Ladsous se entrevistó con varios responsables sirios para estudiar la situación y presentarles al nuevo responsable de la misión de UNSMIS, el senegalés Babacar Gaye, que llegó anoche a Damasco.

Gaye, principal asesor militar de la ONU que sustituirá al general Robert Mood, prometió que ejercerá todos los esfuerzos en "ayudar a aliviar el sufrimiento de los sirios".

La visita de los dos responsables de la ONU se produce después de que el pasado día 20 el Consejo de Seguridad acordara prorrogar por un periodo final de 30 días la misión de observadores.

Mientras, la violencia continúa hoy en distintas provincias del país, donde, según la oposición, murieron más de 80 personas en los bombardeos y en los combates librados entre las tropas del régimen y los rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS).

Solo en Alepo, la segunda ciudad del país, murieron entre 16 y 20 personas, dependiendo de las fuentes, en bombardeos a los barrios de Al Sukari, Salahedín, Al Sajur, Al Bab y Bustan al Qasr, donde las tropas del régimen abrieron fuego desde helicópteros.

En Damasco, se registraron bombardeos con artillería y proyectiles de mortero en las zonas de Yurat al Shaibati, que también fue escenario de choques entre el ejército y los rebeldes, Al Sabina y Alasali, mientras que el barrio de Yobar fue asaltado por las tropas del régimen.

Los Comités de Coordinación Local (CCL) y la red Sham denunciaron, además, una masacre en la localidad de Al Qabun, en la periferia de la capital, donde fueron hallados más de una decena de cadáveres, supuestamente de ciudadanos que habían sido detenidos por las fuerzas gubernamentales.

El activista de esta zona, Omar Hamza, explicó a Efe que algunos cuerpos están degollados y otros calcinados, y que fueron descubiertos por los vecinos cuando regresaron a sus casas al remitir los bombardeos.

La televisión siria anunció hoy que proseguía "la limpieza" del municipio de Daria, en las afueras de Damasco, de "terroristas y mercenarios" huidos del céntrico barrio de Al Midan; al igual que en en localidades de las provincias de Hama (centro), Deraa (sur) y Alepo.

Estas informaciones no han podido ser verificadas de forma independiente por las restricciones impuestas por las autoridades a los periodistas para trabajar.

Entretanto, el embajador sirio en Emiratos Árabes Unidos, Abdelatif al Dabag, desertó hoy y renunció a su cargo al frente de la legación.

Una fuente cercana al diplomático dijo a Efe en Emiratos que el embajador tomó la decisión hace tiempo y que esperaba el momento adecuado para hacerlo en paralelo con su esposa, Lamia al Hariri, representante diplomática siria en Chipre, que esta semana se unió a las filas de la oposición.

Al Dabag sería el tercer diplomático sirio que deserta tras Al Hariri y el embajador sirio en Bagdad, Nauaf al Fares, que anunció el pasado 11 de julio su defección del régimen de Bachar al Asad por "las terribles masacres" cometidas.

Anoche, el general de brigada Manaf Tlas, perteneciente al círculo más próximo de Al Asad, confirmó en un vídeo emitido por Al Arabiya su adhesión a la oposición, en su primera aparición pública desde que abandonó el país a principios de este mes.

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