Juzgan a la última etarra acusada de mandar libro-bomba a Landaburu en 2001

  • La Audiencia Nacional juzgará el próximo martes a la exdirigente de ETA Ainhoa García Montero, alias "Laia", última etarra que faltaba por enjuiciar por el envío de un libro-bomba en 2001 al periodista Gorka Landaburu, quien, a causa de la explosión, sufrió la amputación del dedo pulgar y heridas en la cara.

Madrid, 8 jul.- La Audiencia Nacional juzgará el próximo martes a la exdirigente de ETA Ainhoa García Montero, alias "Laia", última etarra que faltaba por enjuiciar por el envío de un libro-bomba en 2001 al periodista Gorka Landaburu, quien, a causa de la explosión, sufrió la amputación del dedo pulgar y heridas en la cara.

La Fiscalía pedirá 23 años de cárcel para García Montero por un delito de asesinato terrorista en grado de tentativa y otro de tenencia y transporte de aparatos explosivos con fines terroristas.

A esa misma pena ya han sido condenados los etarras Oskarbi Jauregui y Patxi Xabier Makazaga Azurmendi el pasado 29 de febrero tras ser juzgados en el mes de septiembre de 2011 en la Audiencia Nacional.

El escrito provisional del Ministerio Público señala que los tres formaban parte del "comando Buruntza" de ETA, desarticulado el 22 de agosto de 2001 en una operación de la Ertzaintza en Guipúzcoa.

Este grupo utilizaba para ocultarse y preparar atentados un piso alquilado en la localidad guipuzcoana de Zizurkil, en el que se intervinieron armas cortas y largas, abundante material explosivo, tubos lanzagranadas, así como documentación sobre objetivos.

"Laia", Makazaga y Jauregui Amundarain decidieron "de común acuerdo y en ejecución de un plan preconcebido la realización de un atentado mediante libro-bomba contra la vida de Gorka Landaburu", y tras vigilar al periodista, sus costumbres y domicilio, confeccionaron en el piso ocupado el "envío postal bomba".

Los etarras colocaron el artefacto en el interior de un cuadernillo de anillas de espiral, que previamente habían vaciado y en el que introdujeron una carga explosiva de entre 50 y 100 gramos de "Titadyn", y lo introdujeron en un sobre de papel blanco con franqueo de la empresa "Norte Mail, S.L".

Una vez preparado el libro-bomba, Makazaga se lo entregó en el Polideportivo de Villabona a Jáuregui, quien, entre el 11 y el 14 de mayo, se trasladó en un vehículo propiedad de su madre hasta la localidad de Zarautz, "sirviéndole de lanzadera" un coche conducido por el etarra ya fallecido Hodei Galarraga.

Makazaga introdujo el sobre en el buzón del domicilio del periodista, que posteriormente fue recogido el 14 de mayo por el escolta de Landaburu, del que no sospecharon ni él ni su escolta ya que tenía el logotipo de una publicación que el periodista recibía habitualmente.

Un día después, cuando el periodista estaba en el despacho de su vivienda y abrió el envío postal, se produjo la explosión y sufrió la amputación total del dedo pulgar y parcial del índice de la mano derecha, además de daños en los dedos de la mano izquierda, heridas en la cara y el abdomen y traumatismo ocular, por los que necesitó cinco intervenciones quirúrgicas.

El atentado fue reivindicado por ETA a través de un comunicado en el diario Gara el 26 de julio de 2001.

Posteriormente, el 26 de noviembre de 2002, la Policía francesa descubrió un piso en Bergerac, que sirvió de refugio a los entonces jefes del aparato militar de ETA Juan Antonio Olarra Guridi y Ainhoa Múgica, en el que se encontró una carta escrita en euskera de "Laia", que explica que recibieron órdenes de atentar contra Landaburu.

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