La capilla ardiente con los restos de Rosa Crespo queda instalada en Zaragoza

  • Zaragoza.- La capilla ardiente con los restos mortales de la subinspectora de la Policía Nacional Rosa Crespo, fallecida en el terremoto que ha devastado Haití, ha quedado instalada en la Delegación del Gobierno de Aragón en Zaragoza, ciudad en la que residía con su marido y sus dos hijas.

La capilla ardiente con los restos de Rosa Crespo queda instalada en Zaragoza
La capilla ardiente con los restos de Rosa Crespo queda instalada en Zaragoza

Zaragoza.- La capilla ardiente con los restos mortales de la subinspectora de la Policía Nacional Rosa Crespo, fallecida en el terremoto que ha devastado Haití, ha quedado instalada en la Delegación del Gobierno de Aragón en Zaragoza, ciudad en la que residía con su marido y sus dos hijas.

El féretro ha sido trasladado desde la Base Aérea de Zaragoza en un coche fúnebre escoltado por la Guardia Civil y varios agentes motoristas de la Policía Nacional, y ha estado acompañado por la familia más cercana: su marido, sus dos hijas -de 16 y 13 años-, su madre y su hermana, entre otros allegados.

En la Delegación del Gobierno le esperaban el delegado del Gobierno, Javier Fernández; el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, y el jefe superior del Cuerpo Nacional de Policía en Aragón, Rafael Arenas, además de numerosos agentes de la Policía Nacional, cuerpo al que pertenecía desde hace más de 20 años.

El féretro, a hombros de seis agentes y envuelto en la bandera nacional, ha sido llevado hasta el edificio de la Delegación, donde ha quedado instalada la capilla ardiente en el salón oficial, que permanecerá abierta hasta poco antes de las 18.00 horas, cuando se celebrará la misa funeral en la Basílica del Pilar.

El cadáver de Crespo ha llegado a la Base Aérea de la capital aragonesa en un avión Hércules procedente de Torrejón de Ardoz (Madrid), donde la esperaban sus familiares, arropados por el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba -quien le ha impuesto a la agente la medalla de plata al mérito policial-, y la ministra de Defensa, Carme Chacón.

Rosa Crespo, de 47 años, casada y con dos hijas, trabajaba para la misión de estabilización de Naciones Unidas en Haití junto a otros cuarenta policías y guardias civiles españoles.

Su cadáver fue rescatado antes de ayer tras permanecer una semana sepultado bajo los escombros de un edificio que se derrumbó por completo en el terremoto y es una de las cuatro víctimas mortales españolas en el seísmo que ha devastado la capital, Puerto Príncipe, y que ha causado decenas de miles de fallecidos.

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