La conferencia episcopal insiste en que “la iglesia no vive del estado”


La Iglesia católica española “no vive del Estado”, por lo que la Conferencia Episcopal Española (CEE) debe mostrar “transparencia” para explicar sus cuentas no sólo a los católicos, sino también a otros ciudadanos "que consideran el fin benéfico de la Iglesia”, destacó este viernes el nuevo secretario general de la CEE, José María Gil Tamayo.
Durante el balance de la Asamblea Plenaria que los obispos españoles han celebrado esta semana, Gil Tamayo concretó que la CEE trabajará en la “profundización en transparencia informativa en materia económica”, siguiendo la línea marcada por los papas Benedicto XVI y Francisco, “que ha puesto la transparencia en un primer plano”.
En su opinión, esa línea va a dar “credibilidad” a la Iglesia, “porque está en esa clave de autofinanciación”. En España, añadió, la Iglesia cuenta “con ayuda de la Administración Pública”, pero, concretó, “se somete a un referéndum anualmente”, pues son los ciudadanos los que deciden su contribución, expuso Gil Tamayo.
El vicesecretario de asuntos económicos de la CEE, Fernando Giménez Barriocanal, desglosó las principales líneas del presupuesto que estudiaron los obispos durante esta semana de Asamblea Plenaria. A este respecto, destacó que el Fondo Común Interdiocesano de la Conferencia Episcopal dedica 18 millones de euros a pagar la Seguridad Social de todos los sacerdotes españoles.
Este fondo, explicó, se basa en “el dinero que sale de la asignación tributaria y de las aportaciones en régimen de solidaridad que hacen las diócesis”, a lo que hay que añadir la aportación a las Cáritas diocesanas, la previsión de compensación del IVA y otras campañas de financiación, por lo que para el próximo ejercicio se baraja con la “hipótesis” de 247 millones de euros.

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