La mayor nevada en décadas en Madrid obliga a cerrar el aeropuerto de Barajas

La borrasca Filomena ha obligado a suspender las operaciones en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Debido a los efectos que ha dejado la mayor nevada desde hace décadas en la capital el aeropuerto "ha tenido que ser cerrado" y se ha aplicado el procedimiento de desvíos de vuelos, según ha confirmado el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana José Luis Ábalos. 

Aena informa de que el aeropuerto "está operativo" pero señala que, por seguridad, las labores de deshielo de aviones y de comprobación de pistas se suspenden las operaciones. El gestor aeroportuario ya informaba a media tarde de que los vuelos programados seguían operando aunque aclaraba que "se prevé que siga nevando, por lo que pueden verse afectados". Aena también recomendaba a los pasajeros que antes de dirigirse al hub madrileño consultaran con las aerolíneas la programación y revisasen el estado de los accesos en la Dirección General de Tráfico y en los servicios de transporte público.

A pesar de que la alerta por nieve y baja visibilidad, la actividad en el aeropuerto fue "normal" hasta última hora de la tarde, aunque la borrasca obligó a Iberia a activar su plataforma de deshielo en el aeródromo, que ya el jueves usaron más de 60 aviones de las compañías que operan en la capital.

Ábalos ha explicado que desde el Gobierno central se han establecido restricciones de tráfico en las principales autovías que conectan con la capital, suspensión de servicios ferroviarios como la red de Cercanías en la región o en las líneas AVE que conectan con Levante, así como el desvío de vuelos en el aeropuerto Adolfo-Suárez Madrid-Barajas. Todo ello, ha recalcado, porque el objetivo último del Ejecutivo es el de "evitar que haya peligro", "para evitar cualquier accidente o desgracia".