La ONU advierte de que la transición en Libia está en peligro

  • El representante especial de la ONU en Libia, Tarek Mitri, advirtió hoy ante el Consejo de Seguridad de que la transición en el país está en peligro por los problemas políticos y la actual ola de violencia.

Naciones Unidas, 9 jun.- El representante especial de la ONU en Libia, Tarek Mitri, advirtió hoy ante el Consejo de Seguridad de que la transición en el país está en peligro por los problemas políticos y la actual ola de violencia.

"Hay un sentimiento de preocupación entre el pueblo libio ante la perspectiva de un conflicto prolongado", señaló Mitri, quien destacó los graves problemas de seguridad que se viven sobre el terreno, en especial en la parte oriental del país.

La violencia, que en los últimos días ha dejado varios muertos, está impidiendo el buen funcionamiento de la Justicia y ha complicado la reconstrucción del sector de seguridad, según el diplomático.

En paralelo, la división política ha puesto en peligro la transición, según Mitri, que explicó sus planes para reunir próximamente a representantes de las principales formaciones para tratar de lograr un acuerdo sobre el camino a seguir y las prioridades más importantes para el país.

"Hay mucho en juego y no nos ahorraremos ningún esfuerzo para tratar de que Libia se deslice hacia una mayor inestabilidad y violencia", señaló.

Mitri se refirió además al fallo que el Tribunal Superior de justicia libio anunciado hoy, que declaró inconstitucional al Gobierno del primer ministro Ahmed Maitiq, por considerar nula la elección de Maitiq celebrada el pasado 4 de mayo.

"La reacción inicial de Trípoli sobre esta decisión de la Corte es positiva", señaló el representante de la ONU, después de que el jefe del Gobierno anunciase que cumplirá con la decisión.

Maitiq fue elegido en una votación que en un primer momento fue invalidada por el primer vicepresidente del Parlamento, Azeldin al Awami, que actuaba como presidente en funciones, y que consideró que se había llevado a cabo después de que se hubiera levantado la sesión parlamentaria.

Sin embargo, un día después, la máxima autoridad de la Asamblea legislativa, Nuri Abu Sahmin, desdijo a Al Awami, ratificó a Maitiq y le encargó la formación de un nuevo Gobierno.

Tras la polémica elección, el Ejecutivo saliente de Abdala al Zani se negó a ceder el poder al nuevo equipo hasta que no hubiera una decisión firme sobre la cuestión por parte del Tribunal Superior.

La elección del nuevo gabinete desató una crisis institucional que se vio agravada varios días después, cuando el 16 de mayo, el general retirado Jalifa Hafter protagonizó una sublevación en el este del país dirigida, según él, a acabar con las milicias islamistas y los grupos terroristas que operan en Bengasi.

Ante las cada vez mayores presiones y desacuerdos entre los distintos grupos parlamentarios y la degradación de la situación de seguridad, el Congreso Nacional libio fijó las elecciones legislativas para el próximo día 25 de junio, en un intento de poner fin a la crisis.

Esta situación de ingobernabilidad, sumada a los choques armados que enfrentaron a las tropas fieles a Hafter y a las milicias 17 de Febrero y Ansar al Sharia, ha hecho también sonar las alarmas entre un gran número de países de la región y de la comunidad internacional, que temen un eventual colapso del régimen libio.

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