La ONU advierte que uso de la fuerza en Yemen puede radicalizar las protestas

Saná, 6 jul.- Una comisión de la ONU pidió hoy al Gobierno yemení evitar el uso de la fuerza contra los manifestantes y a los grupos armados que apoyan a la oposición que abandonen los lugares de las protestas para evitar una radicalización de la situación.

"El uso de la fuerza excesiva, incluida la munición por parte de las fuerzas de seguridad y el empleo de armas por grupos armados, conducirá a una mayor radicalización de las manifestaciones", dijo en Saná el presidente de la comisión, Hani Mayali.

En una rueda de prensa, al término de una visita de nueve días destinada a evaluar la situación humanitaria en el Yemen, Mayali instó al Ejecutivo yemení a respetar la legalidad internacional

"El Gobierno yemení debe respetar los compromisos que ha contraído conforme a la ley internacional de protección a los civiles y evitar el uso de la fuerza", subrayó.

Por otra parte, Mayali pidió a los grupos armados afines a la oposición que abandonen las plazas donde acampan los manifestantes.

"Las plazas donde se celebran las manifestaciones deben estar vacías de armas y seguras para quienes desean expresar sus opiniones", agregó.

Además, Mayali pidió a la comunidad internacional "acelerar el envío de ayuda humanitaria al Yemen durante esta etapa crítica".

Los miembros de la comisión, que emitirán un informe el próximo mes de agosto, se reunieron con altos responsables yemeníes, entre ellos el vicepresidente yemení Abdo Rabu Mansur Hadi, y con representantes de la oposición.

Estas declaraciones coinciden con un ataque lanzado por supuestos hombres armados partidarios de la oposición contra una patrulla de la policía, que causó la muerte de dos agentes y heridas a ocho personas.

"Milicias dependientes de la coalición de partidos opositores 'Encuentro Compartido' llevaron a cabo una acción terrorista y cobarde" en la ciudad de Taiz, al sur de la capital, dijo una fuente de seguridad citada por la agencia oficial de noticias Saba.

Las protestas que piden la renuncia del presidente yemení, Alí Abdalá Saleh, comenzaron a finales de enero pasado, y se radicalizaron en mayo, cuando algunas tribus afines a la oposición se enfrentaron con las fuerzas de seguridad en Saná.

Saleh se encuentra en Arabia Saudí recibiendo tratamiento médico de las heridas que sufrió en un atentado contra el palacio Presidencial a principios de junio pasado.