Naciones Unidas, 6 dic.- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, mostró hoy su satisfacción ante el acuerdo alcanzado entre Serbia y Kosovo sobre la gestión fronteriza, un avance que pidió que ambos países pongan en marcha mediante el diálogo continuado y trabajando por rebajar la tensión sobre el terreno.
"El secretario general exhorta a ambas partes a poner en marcha y desarrollar de buena fe los acuerdos alcanzados", dijo el portavoz de Ban, Martin Nesirky, en un comunicado difundido en la sede central de la ONU en Nueva York, en el que pidió a Belgrado y Pristina que eviten "acciones unilaterales".
El máximo responsable de la ONU animó a las autoridades de ambos países concretamente a que "respeten los acuerdos alcanzados en el marco del diálogo, a que eviten movimientos unilaterales y a que trabajen activamente por rebajar las tensiones sobre el terreno".
Ban señaló, además, que los acuerdos alcanzados entre las partes bajo el auspicio de la Unión Europea (UE) el pasado 2 de diciembre "allanan el terreno" para lograr la "normalización" de los pasos fronterizos entre ambos países y favorecer "la restauración de la libertad de movimiento de manera pacífica".
Serbia y Kosovo lograron el pasado viernes un acuerdo sobre la gestión de su frontera común tras una intensa mediación de la UE, por el que ambas partes establecerán de forma conjunta puestos fronterizos únicos en las zonas de paso con una presencia europea, un sistema que pondrá en marcha lo antes posible.
Además, las partes lograron avances también en cuanto a la cooperación regional y continuaron las discusiones previas sobre energía y telecomunicaciones.
La normalización de las relaciones con Pristina y los progresos en el diálogo son condición crucial para que Serbia pueda avanzar hacia la UE y algunos países, con Alemania a la cabeza, ponen en entredicho la concesión del estatus de candidato.
Desde el pasado verano, los serbios del norte de Kosovo instalan barricadas en las carreteras que conducen hacia los pasos de Jarinje y Brnjak con Serbia, en protesta por el estacionamiento de aduaneros albano-kosovares enviados por el Gobierno de Pristina.
Los serbios del norte kosovar se oponen a cualquier extensión de la soberanía de Pristina, después de que los albanokosovares proclamaran de forma unilateral en 2008 la independencia de Kosovo, que Serbia no reconoce.
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