La reina Sofía se acoge a la dispensa papal y visita al pontífice de blanco

  • La Reina Sofía hizo uso hoy del privilegio de vestir de blanco en la audiencia privada de los reyes de España con el papa Francisco, un encuentro de casi una hora de duración en el que dominaron la cordialidad y las sonrisas.

Ciudad del Vaticano, 28 abr.- La Reina Sofía hizo uso hoy del privilegio de vestir de blanco en la audiencia privada de los reyes de España con el papa Francisco, un encuentro de casi una hora de duración en el que dominaron la cordialidad y las sonrisas.

Aunque las normas protocolarias del Vaticano no están escritas en relación con la vestimenta que hay que respetar cuando se visita al papa, son asumidas por casas reales y embajadas de todo el mundo.

Doña Sofía se acogió a la dispensa papal que permite que las reinas católicas vistan de blanco, un privilegio que sólo unas pocas mujeres tienen el mundo.

Y es que sólo las reinas de esta religión pueden vestir de blanco ante el pontífice, mientras que los presidentes, ministros y demás personalidades que tengan encuentros con el máximo responsable de la Iglesia católica deben hacerlo de riguroso negro, según recordó a Efe una fuente vaticana.

Así, haciendo uso de este privilegio, la Reina Sofía acudió el domingo a la celebración de la canonización de los ya santos Juan Pablo II y Juan XXIII con un vestido blanco, peineta española y una mantilla de encaje, también blanca.

También hoy, en el encuentro privado que mantuvieron los reyes de España con el papa en su residencia vaticana, la reina de España eligió un traje de chaqueta blanco.

Sólo disfrutan de este derecho especial, además de la reina Sofía de España, las reinas Fabiola y Paola de Bélgica y la Duquesa María Teresa de Luxemburgo; el resto debe de ir con atuendo negro.

Y ya en general, para las mujeres, la etiqueta vaticana exige vestidos formales, sin escote, con mangas largas y de corte sobrio, con un largo que nunca debe estar por encima de la rodilla, evitar el exceso de maquillaje o de pedrería llamativa, los accesorios deben ser discretos, se aconsejan perlas, y el calzado cómodo, sin tacones altos.

Además, para las mujeres católicas se indica llevar la cabeza tapada con un velo, que suele ser una mantilla sujeta por una peineta en el caso de las españolas, pero no es obligatorio.

Los hombres también deben ir de oscuro, con frac o traje negro y con corbata.

Pero también se respetan los trajes de cada tradición, pues el presidente de Ecuador, Rafael Correa, llevaba cuando visitó a Francisco su habitual camisa con bordados.

Al dirigirse al Papa, se usa la fórmula "Su Santidad" y una reverencia, que basta con una inclinación del cuerpo en el caso de los hombres, mientras que las mujeres lo hacen con una reverencia de rodilla en tierra.

Y lo más importante, al papa ni se le besa ni se le abraza, sólo los católicos le besan su anillo y los que no son de esta religión le estrechan la mano.

Algunas mandatarias que han seguido rigurosamente el protocolo en encuentros papales son la presidenta de Alemania, Angela Merkel, su homóloga argentina Cristina Fernández de Kirchner, o la primera dama de México, Angélica Rivera.

También la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, y la secretaria general del Partido Popular español, María Dolores de Cospedal, vistieron de negro cuando asistieron al nombramiento del patrón del clero español Juan de Ávila como doctor de la Iglesia, por el papa emérito Benedicto XVI en 2012.

Sin embargo, desde principios de la década de 1980, estas normas han dejado de ser obligatorias y se han convertido en consejos que no siempre son acatados por todos los mandatarios o sus acompañantes.

Fue el caso de la esposa del ex primer ministro británico Tony Blair, Cherie Blair, quien vistió de blanco en una audiencia privada que mantuvo con Benedicto XVI en 2006.

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