Las víctimas por coches bomba o terroristas suicidas han aumentado un 70% desde 2011 en todo el mundo


El número de víctimas civiles por artefactos explosivos improvisados o fabricados de forma casera, y alojados en coches bomba o chalecos de terroristas suicidas, aumentaron un 70% entre 2011 y 2013, según un informe de Acción sobre la Violencia Armada (AOAV, en sus siglas en inglés), una ONG afincada en Londres que trabaja para reducir la incidencia y el impacto de la violencia armada en el mundo.
El informe, al que tuvo acceso Servimedia, señala que las armas explosivas utilizadas en la guerra no convencional, principalmente por guerrilleros y terroristas, mataron o hirieron a 13.340 civiles en 2011, por los 22.735 del año pasado.
La AOAV, que asegura que sus datos son utilizados por la ONU para el seguimiento de los daños causados por los artefactos explosivos, subraya que estos dispositivos causaron la muerte o heridas a más de 60.000 personas entre 2011 y 2013, el 81% de ellas civiles.
El estudio recalca que se han registrado incidentes por artefactos explosivos improvisados en 66 países o territorios en estos tres años, de los cuales en ocho (entre ellos Nigeria, Pakistán y Tailandia) se contabilizaron más de 1.000 víctimas civiles.
La AOAV asegura que los civiles están expuestos a un mayor riesgo debido a la utilización de grandes armas caseras transportadas por vehículos y al aumento de incidentes en zonas pobladas.
De hecho, el 62% de los sucesos de 2013 se registraron en lugares populosos, como cafeterías y mercados, por el 51% en 2011, y que el 91% de las víctimas en estas zonas eran civiles, porcentaje que cae al 42% en las zonas menos pobladas.
Además, el informe señala un aumento de coches bomba en este trienio (del 11% de 2011 al 13% en 2013), con un promedio de 25 víctimas civiles por incidente.
Una de cada tres víctimas civiles por artefactos explosivos improvisados (34%) lo fueron por terroristas suicidas en 26 países, lo que supone más de 18.000 personas afectadas desde 2011.
“TERRIBLE PREOCUPACIÓN”
El director de Política e Investigaciones de AOAV, Iain Overton, tildó de “terrible preocupación” este aumento en el número de víctimas inocentes por los artefactos explosivos improvisados y recalcó que no sólo trae consecuencias para ellas, sino también para los gobiernos, que deben afrontar los costes médicos de estos ataques. “El uso del suicidio y el atentado con coche bomba como arma principal se está extendiendo y los países que no habían visto su alcance hace cinco años están experimentando ahora el horror”, apuntó.
El director ejecutivo de AOAV, Steve Smith, recomendó a los países que “despierten” ante “esta realidad emergente”. “Los arsenales de municiones explosivas deberían estar mejor mantenidos para evitar su contrabando. Las víctimas de ataques con artefactos explosivos improvisados deberían recibir la ayuda médica y psicológica adecuada. Y la sociedad, en general, debe responder condenando este uso creciente, tal y como lo hizo con las minas terrestres y los gases tóxicos porque si no se llevan a cabo estas acciones, el uso de artefactos explosivos improvisados en las zonas pobladas continuará su dañino y sangriento ascenso”, apostilló.

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