El TC rechaza el recurso

El Chicle, Ana Julia, Oubel... condenas a prisión permanente revisable en España

Fue aprobada por el Partido Popular en 2015 y la oposición parlamentaria entonces la recurrió ante el Tribunal Constitucional, que hoy la avala en su totalidad por siete votos a tres.

El parricida de Moraña, condenado a la primera prisión permanente revisable en España
El parricida de Moraña, condenado a la primera prisión permanente revisable en España
EUROPA PRESS

El Tribunal Constitucional avala la prisión permanente revisable tras rechazar el recurso del PSOE y el resto de la oposición en una votación del Pleno que ha terminado con siete votos en contra del recurso (todos del bloque conservador) y tres a favor de estimarlo, de los magistrados Cándido Conde Pumpido, María Luisa Balaguer y Juan Antonio Xiol, que han anunciado que formularán votos particulares. La prisión permanente revisable fue aprobada por el Partido Popular en 2015 y la oposición parlamentaria entonces la recurrió ante el Tribunal Constitucional. Hoy se avala en su totalidad, dejando los plazos fijados por el Código Penal para revisar el encarcelamiento, que oscilan entre los 25 y los 35 años, pese a que había varias peticiones sobre la mesa para rebajar los mínimos de prisión efectiva hasta los 20 o 15 años.

El pasado lunes la sala de lo Penal del Tribunal Supremo confirmaba la pena de prisión permanente revisable a una pareja por maltrato y asesinato de la bebé de cinco meses de la mujer, en mayo de 2018 en Tenerife. El tribunal indica que los dos condenados, o uno de ellos, pero en todo caso con el conocimiento y el consentimiento del otro, entre el 22 y el 27 de mayo de 2018, ambos inclusive, "golpearon, zarandearon y propinaron fuertes apretones con las manos y de forma reiterada a la víctima, produciéndole multitud de hematomas distribuidos en la cabeza, piernas, brazos, espalda y abdomen, lugar este en el que se concentraban la mayor parte de ellos". Como consecuencia de fuertes y violentas compresiones o de uno de los golpes "le rompieron el hígado, provocándole una hemorragia interna que causó su muerte, sufriendo la menor a consecuencia de ello un gran dolor durante un prolongado espacio de tiempo que a su vez indujo un intenso llanto".

Del asesino de Moraña a El Chicle

Desde que se aprobara son muchos los nombres que se han sumado a la terrorífica lista. Uno de sus férreos defensores es el empresario Juan Carlos Quer. Se convirtió en su lucha desde que apareció el cuerpo de su hija Diana en un pozo de una nave abandonada en Asados casi 500 días después. Desapareció mientras veraneaba en Pueblo de Caramiñal en A Coruña. Tenía 18 años. Su asesino, José Enrique Abuín, escuchó esta máxima pena que empezó a imponerse al asesino de Moraña el 6 de julio de 2015. 

David Oubel degolló a sus hijas de 4 y 9 años con una motosierra. Fue el primer condenado en España con la prisión permanente revisable. Los psicólogos certificaron que Oubel actuó con "premeditación", algo que demuestra, según explicaron, el cuidado que mostró al comprar la sierra radial con la que mató a sus hijas o las medidas "preventivas" que protagonizó al remitir varias cartas en las que "indirectamente" desvelaba lo que pretendía hacer. Ambas menores tenían restos de dos fármacos, uno conocido como Transilium y otro un relajante muscular, ingeridos por vía oral con "poco tiempo" de margen entre su consumo y la posterior muerte.

Ana Julia y Ada

Ada era el nombre de la segunda mujer en sumarse a esta condena. La primera fue Ana Julia Quezada, asesina del pequeño Gabriel al que ayudó en la búsqueda cuando desapareció el pasado febrero de 2018. Mató al pequeño en una finca de Rodalquilar y vavó una fosa para ocultar el cadáver. Durante 12 días se buscó al pequeño y en una de las jornadas se encontró una camiseta suya que Quezada dejó allí para que fuera descubierta.  

En el caso de Ada los hechos ocurrieron en 2019 cuando una joven encontró a su madre y a su hermana de nueve años en la cama inconscientes. Ésta alertó a emergencias y la madre fue evacuada al hospital en estado grave, pero lograron reanimarla, mientras que la pequeña falleció por "la ingesta masiva" de varios medicamentos que le suministró su madre, algunos de ellos en cantidades letales. La jueza considera probado que la encausada, para asegurarse el fallecimiento de la menor, oprimió sobre la cara de la pequeña una almohada para producir la asfixia, cuando se encontraba amodorrada por el efecto de las medicinas y no podía reaccionar ni defenderse. Luego la madre ingirió idénticos medicamentos que los que había dado a su hija para acabar también con su vida.

El crimen del profesor de música

Se trata de la primera prisión permanente revisable que se imponía en Vizcaya y la segunda en Euskadi. El primer acusado que la escuchó en el País Vasco fue un profesor de música natural de Sevilla, por el asesinato de una bebé de 17 meses en Vitoria, a la que lanzó por una ventana la madrugada del 25 de enero de 2016. La sala ratificó íntegramente la condena contra Daniel Montaño, a quien el tribunal también le impuso una pena de siete años y medio por intentar matar antes a la madre, una joven residente en Burgos a la que había conocido semanas antes a través de Internet. El Supremo la confirmaba el pasado 18 de julio. También en 2018 se cometió un atroz crimen Patrick Nogueira. Asesinó a sus dos tíos y sus dos primos de 18 meses y tres años de edad en Pioz (Guadalajara). 

El asesino del Día la Madre

El Tribunal Supremo confirmaba también por primera vez una condena de prisión permanente revisable, la que impuso el Tribunal Superior de Justicia de Galicia a Marcos Javier Mirás por asesinar a su hijo de once años en Oza (A Coruña) con la intención de causar "el mayor sufrimiento psíquico a su exmujer". Los hechos se remontan al 7 de mayo de 2017. Dos días antes el padre recogió a su hijo en un punto de encuentro familiar donde lo había dejado su exmujer para pasar el fin de semana con él. Le asesinó el domingo, día de la Madre, con la intención de causar el mayor sufrimiento posible a su expareja. Todo sucedió en una zona boscosa. Le asestó con una pala varios golpes en la cabeza hasta matarle. Trató de ocultar el cadáver, arrastrándolo hacia un lugar aún más apartado donde empezó a excavar un hoyo, pero finalmente desistió y lo dejó a la intemperie para dirigirse a un hotel, donde fue detenido la mañana siguiente.

El crimen de Sara

2019 es uno de los años en los que más condenados han escuchado la pena de prisión permanente revisable desde que se aprobó. Es el caso también del asesino de la niña Sara, Roberto Hernández. La pequeña de 4 años falleció el 3 de agosto de 2017 en el Clínico de Valladolid víctima de lesiones, maltrato continuado, violación y los últimos golpes en la cabeza propinados por su asesino en la intimidad de la vivienda familiar del barrio de La Rondilla. El pasado 26 de noviembre la Audiencia de Valencia sentenciaba a un hombre que asesinó en Alzira a la hija de 2 años de su mujer, a la que degolló con un cuchillo de cocina también con la permanente revisable. 20 días antes un ciudadano marroquí escuchaba la misma sentencia por matar a su pareja y al hijo de ésta en el domicilio en el que convivían en la localidad madrileña de Alcobendas el pasado 2 de mayo de 2017.

Igor el Ruso

Igor el Ruso fue el primer condenado el pasado año con la prisión permanente revisable. Norbert Feher, reconoció el triple asesinato del ganadero Jose Luis Iranzo y los dos guardia civiles Víctor Romero y Víctor Jesús Caballero, en Teruel en septiembre de 2017.

Hace dos semanas la Sala de lo Penal del Supremo confirmaba la condena a prisión permanente revisable para la mujer que asesinó al hijo de acogida de su pareja sentimental, de 8 años, en agosto de 2017 en Elda (Alicante). Según los hechos probados, la mujer estranguló al menor con una camiseta que llevaba a medio poner u otra prenda tras abordarle "de forma repentina por la espalda" cuando estaba a solas con él en su domicilio el 30 de agosto de 2017, aprovechando conscientemente la diferencia de fuerza y corpulencia con el niño. Posteriormente, relató a la policía que dos hombres desconocidos vestidos de motoristas y con casco puesto habían entrado en la vivienda sin su consentimiento y habían intentado abusar de ella, aunque desistieron después de que les hiciera creer que estaba embarazada. También les dijo que la golpearon y que acto seguido agredieron sexualmente al menor. Para dar veracidad a su relato, había bajado los pantalones y los calzoncillos al cuerpo del menor y se cortó la camiseta y el sujetador que llevaba puestos, se golpeó la frente con una piedra, causándose una lesión, y se ató las manos con una cuerda, según los hechos probados.

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