Los Veintisiete estudian permitir reciclar barcos UE en países en desarrollo

  • Los Veintisiete tratarán mañana de fijar una posición común de cara a la próxima conferencia de la ONU sobre el cambio climático de Doha y estudiarán las normas europeas para reducir el impacto que tiene el reciclaje de barcos.

Bruselas, 24 oct.- Los Veintisiete tratarán mañana de fijar una posición común de cara a la próxima conferencia de la ONU sobre el cambio climático de Doha y estudiarán las normas europeas para reducir el impacto que tiene el reciclaje de barcos.

Esos asuntos forman parte de la agenda que el Consejo de ministros europeos de Medio Ambiente abordará mañana en Luxemburgo y a la que está previsto que acuda el titular español, Miguel Arias Cañete.

Los Veintisiete tratarán de alcanzar un acuerdo para fijar una posición común de cara a la convención sobre el cambio climático y la octava sesión de la reunión de las Partes en el Protocolo de Kioto que se celebrarán del 26 de noviembre al 7 de diciembre en Doha (Catar).

Este texto sentará las bases de la posición de la Unión de cara a la cita y revisará el progreso realizado en los compromisos adoptados en la anterior convención sobre el cambio climático, celebrada el año pasado en Durban (Sudáfrica), en la que se acordó firmar un segundo Protocolo de Kioto.

Para la Unión Europea "Kioto II" debe comenzar a funcionar a principios de 2013 y tener una vigencia de ocho años, hasta 2020.

El objetivo de prolongar el Protocolo de Kioto a partir de 2013 es crear un puente hasta la entrada en vigor del perseguido acuerdo global sobre el cambio climático de carácter vinculante para todos los países.

Para la UE, el objetivo es "mantener intacto el paquete acordado en la conferencia de Durban y avanzar en todos sus elementos hacia una mejor agenda climática" y el cierre de un acuerdo mundial en la materia en 2015, indicó la Comisión Europea en un comunicado.

La cuestión más controvertida que abordarán los ministros es qué hacer con los derechos de emisión sobrantes del primer periodo de Kioto, que mantiene divididos a los Estados miembros entre los que pretenden guardar estos títulos para el próximo periodo y los que consideran que estos deben caducar.

Fuentes comunitarias reconocieron que la discusión es compleja, pero apostaron por lograr un consenso, ya que ésta es a priori la última oportunidad que tienen los Veintisiete para sellar una posición común antes del encuentro.

El Protocolo de Kioto, en vigor desde 2005, busca reducir las emisiones de seis gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global en un porcentaje aproximado de al menos el 5 % en el periodo de 2008 a 2012, en comparación con las emisiones del año 1990.

Por otra parte, los Veintisiete analizarán la propuesta presentada en marzo por la Comisión Europea para permitir el reciclado de grandes buques europeos en países en vías de desarrollo, especialmente en el sureste asiático, siempre que usen solo desguaces que cumplan las normas europeas de respeto al medio ambiente y la salud humana.

La legislación actual prohíbe que los buques con bandera comunitaria sean enviados para su reciclado a países que no pertenecen a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, pese a que éste fue el destino del 90 % de los grandes barcos europeos en 2009.

Consciente de estas prácticas, la Comisión plantea que se permita el uso de estos desguaces, pero solo en el caso de que cumplan con unas normativas de reciclaje determinadas por Bruselas y cuenten con la autorización pertinente que lo demuestre.

Las normas de reciclado se basarán en el Convenio Internacional de Hong Kong para el reciclado seguro y ambientalmente racional de buques (que se adoptó en 2009, pero que aún no ha entrado en vigor por no haber sido ratificado por los países), aunque son "más estrictas".

El Consejo también revisará los resultados de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible Río+20, celebrada en Río de Janeiro (Brasil) el pasado junio y que buscaba fomentar la economía verde a nivel internacional, un planteamiento que quedó mermado por la falta de compromisos concretos.

Se debatirá pero no se tomarán decisiones sobre asuntos como la normativa europea de calidad del aire y el sistema europeo de comercio de emisiones de gases de efecto invernadero, ETS.

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