Madrid, 18 ago.- Mientras esperaban el paso de la comitiva papal por la madrileña calle de María de Molina, sor Elvira, misionera de Santo Domingo en el sureste asiático, ha lamentado que tanto las vocaciones como la fe estén disminuyendo en España aunque por ello "no somos más felices".
Como responsable de un grupo de 37 religiosas procedentes de sus misiones en Filipinas, Taiwán, Japón, Corea, Myanmar, Tailandia, Camboya y la isla de Guan, sor Elvira ha mostrado su satisfacción porque la JMJ contribuye, dijo a Efe, a "reafirmar la fe de los jóvenes".
Aunque vive en Roma, sor Elvira no acostumbra a acudir a las apariciones públicas del Pontífice, pero ha decidido venir a Madrid porque considera que "España necesita que los que creemos nos hagamos presentes".
En su comunidad de religiosas guardan un riguroso orden, según el año que cada una profesó sus votos, para viajar y ver al Papa en los lugares del mundo a los que acude, y especialmente a encuentros como la JMJ.
La monja ha destacado la diferencia de religiosidad entre los países en vías de desarrollo y los más ricos, y ha subrayado que "la JMJ ha traído algo de ese entusiasmo religioso a Madrid".
"En Filipinas encontramos muchas más vocaciones que en España, pero donde más hay es en Myanmar porque es un lugar en el que han sufrido mucho desde la guerra", ha relatado.
Sobre Myanmar ha hecho hincapié en el férreo control que sufren las misioneras a la hora de desarrollar su labor de ayuda a los más pobres.
"Cuando visito Myanmar, aunque viajo como seglar, tengo que quedarme en un hotel porque no puedo pernoctar con mi comunidad y todo está muy controlado", ha declarado.
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