Desconectar se hace imposible

Antes muerto que sin móvil: pasaporte, DNI, tarjetas y entradas siempre a mano

Hace años que dejarse el móvil en casa es prácticamente impensable, pero esta independencia irá a más en los próximos meses, ya que Interior va a digitalizar el documento de identidad y lo hará indispensable.

Un teléfono móvil.
Antes muerto que sin móvil: pasaporte, DNI, tarjetas y entradas siempre a mano. 
Pixabay.

El teléfono móvil se ha vuelto un complemento indispensable que pasa la mayor parte del día en la palma de nuestra mano. Hace años que es la herramienta clave para comunicarnos en el ámbito personal, pero también en el profesional. Sin embargo, son las aplicaciones que hacen de ‘wallet’ o tarjetero las que están adquiriendo cada vez más popularidad entre los usuarios. Según el II Estudio de tendencias de pago móvil en España, elaborado por Pecunpay en colaboración con Visa, un 40% de los españoles ya usa este método para pagar sus compras. En los próximos meses, dejarse la cartera en casa podría pasar a ser un acto rutinario, ya que el Gobierno trabaja en la digitalización del DNI y del pasaporte.

El ministerio del Interior anunció hace un año la llegada del DNI 4.0, que se adaptaba a la normativa europea y abría la posibilidad de integrar el documento nacional de identidad en el móvil a través de una aplicación. Doce meses después es una realidad que no se ha materializado, pero sí ha recibido la concesión del presupuesto con la última partida de los fondos europeos, como han confirmado a este periódico fuentes del Ministerio. Estos documentos oficiales darán un paso más en la digitalización de la administración pública, que ya facilita la firma de certificados a través de estos dispositivos desde la aplicación ‘Cliente movil @firma’ y la realización de trámites en la web si se cuenta con un usuario ‘Cl@ve’.

Sin embargo, no se trata de la primera tarjeta pública que ‘da el salto’ al móvil, porque varias comunidades como Madrid, País Vasco y Galicia cuentan con la versión digital de sus tarjetas sanitarias a la que los ciudadanos pueden acceder a través de una aplicación específica, en el caso de Madrid, Tarjeta Sanitaria y el País Vasco, Tarjeta de Salud del Osakidetza; mientras que los gallegos la tienen disponible en la aplicación general del Servicio Gallego de Salud (Sergas). La capital también ha anunciado que digitalizará el abono transporte a través de una aplicación móvil en 2023, dos años después de facilitar la recarga de estos usando el teléfono, en lugar de tener que desplazarse a una máquina del metro o comercios autorizados.

Una tarjeta, una aplicación

El inconveniente parece claro, cada una de las administraciones prometen “acceso directo desde el móvil” a través de una ‘app’, que implica una descarga, el uso de cierto espacio en el dispositivo y unas claves de seguridad específicas. Esto puede suponer un inconveniente para muchos ciudadanos que ya acostumbren a usar otras ‘tarjetas’ digitales que se pueden añadir directamente a la aplicación ‘wallet’ o tarjetera, esté soportada por Google, Samsung, Apple o equivalentes. Es el caso de las tarjetas de fidelización de comercios como Ikea, Leroy Merlin y Fnac o los cupones de los supermercados Día y Lidl que se pueden añadir en una misma ubicación, como si de la cartera física se tratase.

En cualquier caso, lo que sí será necesario para subirse a la ola de la comodidad de las tarjetas virtuales es contar con un smartphone con tecnología NFC, que es la que permite utilizar el ‘contactless’. Por lo que podría contribuir a ahondar, la ya de por sí profunda brecha entre generaciones, en la que los más mayores quedan excluidos de los trámites que se realizan vía ‘online’, pero también entre diferentes bolsillos, al requerir un terminal con ciertas características concretas. 

Además, la dependencia del teléfono móvil se convertirá en prácticamente inevitable, lo que pone en juego el derecho a la desconexión digital real, ya que a pesar de que los trabajadores puedan ignorar las comunicaciones de sus compañeros en su tiempo libre, la posibilidad de estar varios días desconectado se hace cada vez más pequeña. No se trata de un futuro incierto, sino un escenario que casi podemos tocar con la punta de los dedos. Estos dispositivos no solo concentrarán todas las aplicaciones de comunicación, búsqueda en internet y servicios variados, como financieros o de comida rápida, sino también documentos oficiales, que harán que quedarnos sin batería o perder el móvil, sea nuestra peor pesadilla. 

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