Msf acusa al sistema internacional de vacunas de "ignorar" a los niños refugiados


Médicos Sin Fronteras (MSF) acusó este jueves al Sistema Internacional de Vacunas de "ignorar" a los niños refugiados, al "dificultar" la distribución de preparados nuevos y eficientes en los campos donde viven estos menores.
Pese a todo, la ONG se felicitó, porque "después de sortear numerosas dificultades" ha podido, por fin, empezar a vacunar contra la neumonía en
el campo de refugiados de Yida, en Sudán del Sur.
Entre estas dificultades, la Organización No Gubernamental citó la de las "innumerables políticas burocráticas, que no tienen en cuenta las necesidades de las poblaciones afectadas por conflictos" y que, por tanto, no facilitan la consecución de un precio asequible para las vacunas.
“Si sabemos que los niños refugiados son sumamente vulnerables a contraer enfermedades que son prevenibles mediante la administración de una vacuna, no entendemos entonces por qué el sistema internacional de vacunas sigue insistiendo en que estos niños no son su problema”, declaró Kate Elder, asesora de políticas de vacunación de la Campaña de MSF para el Acceso a Medicamentos
Esenciales (Came).
Consideró, a este respecto, que habría que hacer todos los esfuerzos posibles para que los niños refugiados se beneficiasen de las vacunas más nuevas y eficaces, "en lugar de dejar que se pudran en un almacén por culpa de los vacíos existentes en las políticas de la comunidad internacional”.
Este tipo de inmunizaciones, las más nuevas y eficaces, se han introducido en los países pobres con el apoyo de la Alianza Mundial para Vacunas e Inmunización, una entidad que no cubre las vacunaciones de poblaciones refugiadas o afectadas por emergencias, lo qe deja "importantes necesidades" sin satisfacer, prosiguió MSF.
Además, añadió, los precios reducidos que esta alianza logra negociar no están siempre a disposición de los actores que trabajan en contextos de crisis humanitarias.
Asegura que a pesar de las múltiples peticiones que se han hecho a los diversos actores implicados, incluidos la alianza internacional y las farmacéuticas Pfizer and GlaxoSmithKline (GSK), que son las compañías que producen estas nuevas inmunizaciones, no se ha logrado fijar un precio global asequible para las entidades humanitarias.
A todo esto, la Organización No Gubernamental añadió el hecho de que las condiciones en el campo de refugiados hacen que los niños sean especialmente vulnerables al neumococo, la bacteria más frecuente causante de la neumonía, pues el hacinamiento y la exposición a múltiples y diferentes cepas de la bacteria aumentan el riesgo de contraer la enfermedad.

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