Carla Sacchi,

Muere la anciana a la que su marido tocó serenatas bajo la ventana del hospital

El anciano de 81 años se convirtió en un icono mundial al tocar delante del hospital italiano donde estaba su mujer, justo a los pies de la ventana de la habitación donde ella se encontraba.

Un anciano le dedica un concierto en la calle a su mujer al no poder ir a visitarla.
Un anciano le dedica un concierto en la calle a su mujer al no poder ir a visitarla.
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La pandemia ha dejado imágenes tristes y desoladoras de personas que fallecen y no han podido estar acompañadas por sus seres más queridos. Una de ellas ha sido Carla Sacchi, una mujer cuyo marido se hizo famoso en las redes sociales por acudir a la Carla Sacchi, en el que ella estaba ingresada  por coronavirus. 

Hace varias semanas, el anciano de 81 años se convirtió en un icono mundial al tocar delante del hospital italiano donde estaba su mujer una serenata con su acordeón. El hombre decidió tocar la canción favorita de su esposa justo a los pies de la ventana de la habitación donde ella se encontraba y desde donde le observaba junto con pacientes y personal sanitario.

Tal y como han informado los medios locales, Carla Sacchi, que había regresado a casa hace unos días, ha muerto este jueves. "En esa serenata bajo las ventanas del hospital todos reconocimos el amor, en la simplicidad e inmediatez de su lenguaje universal", escribió en Facebook Patrizia Barbieri, alcaldesa de la provincia de Piacenza.

En ese mensaje, la alcaldesa también quiso "agradecer al Sr. Stefano por ese gesto de ternura que nos recordó lo que realmente significa amarnos. Hacer todo para que la otra persona no se sintiese sola, encontrando la forma de superar cualquier barrera. No tenga miedo de ser vulnerable, de mostrar lo que siente. Hay que saber tocar el corazón de quienes amamos, hasta el último momento". 

Además, la alcaldesa ha querido poner de manifiesto el precioso gesto del hombre: "En el profundo respeto a su dolor, nos sentimos cerca del señor Stefano porque su música, esa noche, fue una caricia para la señora Carla, pero de alguna manera nos alcanzó a cada uno de nosotros. No olvidaremos lo que nos enseñaste, pero siempre guardaremos su precioso ejemplo".

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