En Palencia

Una mujer de 54 años muere de cáncer tras seis meses sin una cita presencial

No podía comer y el primer diagnóstico fue que le faltaba hierro. También le dijeron que podían ser gases. Cuando le daba fiebre le hacían un PCR (hasta seis). Los familiares denuncian una negligencia médica. 

Entrada al hospital Río Carrión
Entrada al hospital Río Carrión
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Las últimas semanas venimos conociendo trágicas historias de personas que mueren de cáncer sin lograr tener una cita médica presencial por la crisis sanitaria generada por el coronavirus. El pasado siete de octubre una destrozada Lydia Sainz de la Maza relataba la historia de su hermana Sonia, que murió de cáncer de colon en estadio IV sin lograr ver a un médico en tres meses. Cuando se lo diagnosticaron fue tarde. Ese testimonio fue lo que dio fuerzas al hijo de Leonor, otra víctima del cáncer en plena pandemia para contar ahora la historia de una mujer palentina de 54 años que el pasado mes de septiembre fallecía de cáncer con metástasis tras seis meses de consultas telefónicas. 

Cuenta la cadena Cope que todo comentó en el mes de febrero. No podía comer y su primer diagnóstico fue falta de hierro. Según relata su hijo, ya tenía cáncer. Ya en el mes de marzo, cuando los dolores no remitían, la familia insistió en tener una cita presencial con el médico, algo que no sucedió. Pasaban los días. Según otro diagnóstico, eran gases. Cuando le daban picos de fiebre y lo comunicaban al médico le hacían pruebas PCR. Todas negativas.

"No todo es coronavirus", estalla el hijo en declaraciones a Cope. Continua relatando que en agosto los dolores se volvieron insoportables y cuando llegaron a la consulta "el médico ni la miró". De ahí se fue al hospital, donde ya le detectaron un "cáncer de colon con metástasis en el hígado". 17 días después fallecía.

La hermana de Sonia pidió por favor que no hubiera más Sonias, pero el goteo de historias de pacientes con cáncer que tienen que interrumpir sus tratamientos con desenlaces fatales o personas que no se encuentran bien y solo son atendidas por teléfono resultando padecer un cáncer no paran de conocerse. "Mi hija no ha muerto de covid, pero lo ha pagado igual", contaba la familia de Lidia González. Esta joven de 22 años de Melgar de Fernamental perdió la vida por un tumor cerebral en julio... sin llegar a ser diagnosticada y "sin recibir ningún tratamiento".

Los familiares de Leonor tienen claro que lo que le ha sucedido a esta mujer palentina ha sido una negligencia. No saben si acabarán ante los tribunales pero esperan que sean más los testimonios que cuenten cómo no son uno ni dos los pacientes que están perdiendo la vida sin tener coronavirus por falta de atención médica presencial. 

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