En Leganés

En libertad el detenido tras la muerte de su madre, que falleció de forma natural

La autopsia realizada a la víctima en el Instituto Anatómico Forense ha determinado que la mujer falleció previsiblemente de un infarto.

Avenida de Portugal en Leganés
Avenida de Portugal en Leganés
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El hombre de 55 años detenido el pasado miércoles por, presuntamente, matar a su madre, de 86, en Leganés (Madrid) ha quedado en libertad ya que la autopsia ha revelado que la anciana falleció de muerte natural, según informan a Efe fuentes policiales. El suceso ocurrió sobre las nueve y media de la noche cuando varios vecinos hallaron a la mujer inconsciente en el rellano del segundo piso del número 35 de la avenida de Portugal de la citada localidad.

Hasta el lugar se desplazó una UVI Móvil del Summa 112 y los sanitarios practicaron durante 20 minutos una reanimación cardiopulmonar a la víctima, pero solo pudieron confirmar su fallecimiento. El hijo de la mujer, que vivía con su madre y que había sido arrestado anteriormente por violencia doméstica, fue detenido en el momento, de forma cautelar, ante las sospechas de los policías. 

Los familiares y los vecinos de la anciana alertaron a los investigadores sobre el carácter violento de este individuo, que había agredido en varias ocasiones a su madre y a su hermana. Sin embargo, la autopsia realizada a la víctima en el Instituto Anatómico Forense ha determinado que la mujer falleció de forma natural, previsiblemente de un infarto, por lo que el arrestado ha quedado en libertad.

Desde hace años los gritos, las discusiones y los golpes eran constantes en el 2º piso izquierda del número 35 de la avenida de Portugal de esa localidad madrileña. Felisa P.G. y su hijo Antonio M.P., de 55 años, llevaban un tiempo viviendo solos. Su otra hija, María del Carmen, había acogido a su padre, enfermo de alzheimer, por miedo a que su hermano le agrediera, como, al parecer, había hecho en varias ocasiones con todos los miembros de la familia. El miércoles, en torno a las once de la mañana, se produjo una nueva discusión. Antonio echó de casa a Felisa, que tuvo que marcharse a la casa de su hija, ubicada en la misma calle, según fuentes de la investigación a Efe.

A pesar del enfrentamiento, bien entrada la tarde la anciana quiso volver a su casa. Por temor a sufrir una nueva agresión, María del Carmen acompañó a su madre hasta el portal, pero se quedó abajo. Esperó hasta escuchar el giro de las llaves en la puerta, pero momentos después oyó un fuerte golpe y un portazo. Al subir corriendo al segundo piso encontró a su madre tumbada en el suelo, la puerta del domicilio cerrada con las llaves puestas, dejadas por Felisa en la cerradura, y su bastón apoyado en la pared del rellano.

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