Un albañil recibió una paliza con la pata de una silla cuando acudió a un domicilio donde se supone que iba a reformar el baño y la mujer que lo contrató se lió a palos con él por supuestos tocamientos a su sobrina. Los dos acabaron detenidos. Uno por tentativa de homicidio y el otro por el supuesto abuso de la joven.
Fue la propia mujer la que llamó a los agentes de la policía, tal y como relata el diario Sur. Lo hizo llorando. Mientras una patrulla se dirigía a la dirección que había dado otro vecino alertó al vehículo de que muy cerca de allí, sentado en un banco, había un hombre sangrando. A los agentes les aseguró que le habían robado cuando se dirigía a una vivienda para hacer una reforma.
La mujer no se lo pensó dos veces y se puso a investigar quién era ese padre del colegio que su sobrina le había comentado días antes le habría realizado tocamientos. Le localizó y contrató sus servicios dispuesta a castigarle. Y lo hizo.
Ella es la que relata a los policías que acuden a su vivienda que le esperó, le mostró el baño y una vez dentro empezó a golpearle. En el escenario quedaban restos de sangre.
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