"Predecir es muy difícil, sobre todo el futuro". La Covid enseñó a los líderes a guardar la bola de cristal en el cajón. También a los expertos. El que habla es Joan A. Caylà, presidente de la Unidad de Investigación en Tuberculosis de Barcelona (UITB), "Si las medidas se relajan el 7 de diciembre, es factible que por Navidad los casos se hayan disparado. Si se liberan el 21, el repunte podría llegar en Reyes". Lanzar predicciones sobre la pandemia es caminar sobre arenas movedizas. "La situación epidemiológica puede cambiar, de positiva a negativa, en cuestión de días". Las autoridades sanitarias aún deben decidir cuándo levantarán la mano. También en qué grado. Del fallo dependerá que la onda expansiva del virus impacte en los hospitales antes o después de las campanadas.
Tanto las autoridades como los especialistas han asumido que las navidades desencadenarán un repunte. El momento en que se dejará sentir en las estadísticas -y en los hospitales- es una de las grandes incógnitas. El Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC) ha publicado un informe que proyecta qué ocurriría si los países de la UE mantienen todas las medidas de control -las que implementaron a principios de noviembre-, hasta el 21 de diciembre. El organismo dibuja un escenario alternativo. La nueva fotografía sirve al ECDC para anticipar qué ocurriría en los hospitales si los líderes se inclinan por la laxitud antes de las navidades, en concreto, el 7 de diciembre.
"El repunte en el registro de positivos tendría un carácter precoz", explica Gabriel Reina, especialista en Microbiología de la Clínica Universidad de Navarra. "Si las medidas recientemente implantadas se levantan el 21 de diciembre, prevemos que puede producirse un aumento en los ingresos por Covid-19 en la primera semana de enero". ¿Y si se levantan antes? "El incremento asociado puede llegar el 24 de diciembre". Con estos plazos, la amenaza de una situación límite en los hospitales también se dispara. Y es que ese intervalo de vuelta a la calma, crucial para 'vaciar' del bicho los centros, puede no completarse. Crece el riesgo de que la avalancha de casos de es posible tercera ola, se produzca antes de que abandonen los hospitales los pacientes de la segunda.
Una vez asumida esa Navidad descafeinada, los especialistas ponen el foco en la responsabilidad ciudadana. "Debemos seleccionar muy bien las fiestas que celebremos", sugiere Caylà, "Si en Nochebuena cenas con un grupo, en Navidad con otro, en Reyes con otro... en poco tiempo se desencadenará el desastre". En el caso de España, el primer borrador de 'Propuestas de medidas de salud pública frente a la Covid-19 para la celebración de las fiestas navideñas', limita las reuniones a seis personas y mantiene los toques de queda. El revuelo que ha levantado el documento obliga a pensar que no será el definitivo. Y surgen propuestas.
Grupos burbuja, también para cenar
Un alivio a esta cifra pueden ser los grupos burbuja. Caylà pone el ejemplo. "Si se juntan dos grupos de cuatro personas, incluso dos de seis, que, fueran convivientes entre sí, el riesgo real queda en dos no convivientes. Lo más común es que estos grupos lo forme un matrimonio y dos hijos. Podría ser asumible". Por delante, tres semanas cruciales. Desplomar la tasa de contagio a un nivel mínimo y ralentizar la transmisión hasta casi frenarla, sería un punto de partida que aplacaría el impacto de esas navidades a medio gas que dibujan las autoridades. ¿Hay una incidencia tope? "Entre 50 o 25 casos por cada 100.000 habitantes puede ser un buen punto de partida". El miércoles, España registró 340,83. La tendencia es positiva, pero hay mucho trabajo pendiente.
"Hemos experimentado una notable mejoría, pero podemos perderla si se levantan las restricciones". El toque en el hombro del doctor Reina se dibuja en las proyecciones del Institute for Health Metrics and Evaluation de la Universidad de Washington. El centro cifra en más de 37.400 las muertes que España podría incorporar, fuera de las previsiones y hasta el 28 de febrero, si las autoridades alivian las medidas de contención. Las proyecciones del instituto lanzan un vistazo a largo plazo y dibujan dos posibles curvas. La que recoge cómo evolucionará la pandemia en nuestro país si se mantienen las limitaciones actuales y la que podría resultar de rebajar la dureza de las mismas.
Para los contagios diarios, el pico de los contagios en la segunda se sitúa a mediados de enero. El de los decesos, para este mismo escenario, llegaría dos semanas más tarde. Así, diez días después del día de Reyes, la diferencia de positivos diarios en España podría rondar los 93.500 casos, en función de si se levantan o no las restricciones contra la pandemia. En el caso de las decesos diarios, cuyo repunte llegaría algo después, la brecha a principios de febrero podría situarse en más de 600 defunciones.
Como el verano o la vuelta al 'cole', las navidades parecen la próxima línea de meta para justificar un relajamiento. "Ahora no partimos de un confinamiento total, como ocurrió en verano", matiza Reina. Tampoco el contexto es el mismo. "En invierno, normalmente, repuntan las hospitalizaciones al margen de la Covid. Tampoco ahora contamos con el alivio de los encuentros al aire libre". La sencillez de las medidas más básicas (mascarilla, manos y metros) es tan clara como su eficacia para frenar la transmisión. Ambos especialistas coinciden: sean cuales sean las medidas que aprueben las autoridades para acotar la Navidad, su cumplimiento debe ser estricto.
