Oxfam: la hambruna en Somalia puede empeorar por la escalada de la violencia

  • La escalada de la violencia en Somalia, donde ha penetrado el Ejército de Kenia para combatir a la milicia radical islámica Al Shabab, amenaza con provocar un aumento de los afectados por la hambruna que azota al país, advirtió hoy Oxfam.

Nairobi, 20 oct.- La escalada de la violencia en Somalia, donde ha penetrado el Ejército de Kenia para combatir a la milicia radical islámica Al Shabab, amenaza con provocar un aumento de los afectados por la hambruna que azota al país, advirtió hoy Oxfam.

"La escalada de violencia y la restricción en la entrada de la ayuda amenaza con incrementar aún más el sufrimiento de la población devastada por la sequía y el conflicto", afirmó la ONG de lucha contra la pobreza en un comunicado emitido en Nairobi.

Oxfam divulgó la nota al cumplirse tres meses desde que la ONU declaró el estado de hambruna en varias regiones de Somalia.

El comunicado también se publicó después de que, el pasado sábado, el Ejército keniano cruzara la frontera y penetrara en Somalia para combatir a Al Shabab, a quien el Gobierno de Nairobi culpa de varios secuestros -entre ellos el de dos cooperantes españolas- acaecidos en Kenia en el último mes.

"A día de hoy -recordó la ONG-, más de 750.000 somalíes se encuentran en riesgo de muerte debido a la grave crisis".

Por eso, la organización instó "a todas las partes del conflicto a respetar el derecho internacional humanitario y esforzarse por minimizar las bajas civiles", y pidió que "el flujo de ayuda humanitaria no se vea afectado".

"La principal prioridad, en este momento, es asegurar la ayuda rápidamente. Pero una escalada de violencia podría dificultar el suministro de alimentos, agua y otro tipo de asistencia indispensable para salvar vidas", subrayó el director de Oxfam en la región, Fran Equiza.

Además, los enfrentamientos y la falta de la seguridad en la frontera de Kenia y Somalia pueden obstaculizar la llegada de refugiados somalís hasta el campo de Dadaab (noreste de Kenia), adonde cada día llegan cientos de personas en busca de ayuda.

"Más de 1,5 millones de somalís -uno de cada seis de la población total- se han visto obligados a abandonar sus hogares debido al conflicto y la sequía, y cada vez más podrían quedarse sin hogar", agregó Oxfam.

El pasado 20 de julio, la ONU declaró oficialmente el estado de hambruna en las regiones somalís de Bakool y Bajo Shabelle, a las que se unieron en agosto Balcad y Cadale, en el Shabelle Medio, y el campo de desplazados internos de Afgoye, en Mogadiscio.

Poco después, en septiembre, la ONU adoptó la misma medida en una sexta región de Somalia, Bay, y advirtió de que el problema amenaza con expandirse todavía más en los próximos meses.

Según la ONU, la hambruna se declara cuando al menos el 20 por ciento de la población padece una falta extrema de alimentos, más del 30 por ciento sufre malnutrición aguda y la tasa de mortalidad es de más de 2 personas al día por cada 10.000 habitantes.

La difícil situación humanitaria de Somalia se agrava, además, por el conflicto que sufre el país desde hace dos décadas.

Desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, Somalia sufre una guerra civil y carece de un Gobierno efectivo en un país en manos de señores de la guerra tribales, milicias fundamentalistas islámicas y bandas de delincuentes armados.

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