Papa dice que los hombres necesitan que Dios este cerca y entre en sus vidas

  • El papa dijo hoy que el terremoto que ha causado numerosos muertos y dejado sin casa a tantas personas en Italia desalienta y lleva hasta poner en duda que en el cielo "viva un buen Padre", ya que necesitamos -dijo- "un Dios que no esté lejos y que entre en nuestras vida y sufrimientos".

Juan Lara

Ciudad del Vaticano, 1 jun.- El papa dijo hoy que el terremoto que ha causado numerosos muertos y dejado sin casa a tantas personas en Italia desalienta y lleva hasta poner en duda que en el cielo "viva un buen Padre", ya que necesitamos -dijo- "un Dios que no esté lejos y que entre en nuestras vida y sufrimientos".

Benedicto XVI hizo esa manifestación tras el concierto al que asistió en La Scala de Milán, en el que el maestro argentino-israelí Daniel Barenboim dirigió la Orquesta y Coros del famoso templo de la música clásica, que tocó la Novena Sinfonía de Beethoven y el Himno a la Alegría de Schiller.

El Pontífice dijo que sobre el concierto, que tenía que ser una fiesta alegre con motivo del VII Encuentro Mundial de las Familias, planeó la sombra del terremoto registrado en la región italiana de Emilia Romagna, "que ha causado gran sufrimiento en tantos italianos".

"Las palabras del Himno a la Alegría suenan para nosotros en estos momentos como vacías, no auténticas. No estamos ebrios de fuego, sino paralizados del dolor por tanta e incomprensible destrucción que ha costado vidas humanas, que ha destruido las casas de muchos", dijo el papa.

Benedicto XVI agregó que cuando se producen tragedias como esa el hombre llega a pensar que "es discutible la hipótesis de que sobre el cielo estrellado debe vivir un buen padre" y a preguntarse a que se debe "que nos llegue su bondad".

El papa afirmó que el hombre "busca un Dios que no mande desde la distancia, sino que entre en nuestra vida y en nuestro sufrimiento".

"No necesitamos de un discurso irreal de un Dios lejano y de una fraternidad no comprometida. Buscamos al Dios cercano. Buscamos una fraternidad que en medio del sufrimiento apoye al otro", agregó.

El papa Ratzinger, un reconocido melómano, agradeció la dirección de Baremboim y dijo que el mensaje de la Novena Sinfonía es la reafirmación del valor fundamental de la solidaridad, la fraternidad y la paz.

"Este mensaje es valioso para la familia, porque es en ella donde se experimenta por primer vez como el ser humano no está creado para vivir cerrado en si mismo, sino para relacionarse con los otros, es en la familia donde se comprende que nos somos el centro y que el egoísmo debe ceder a la entrega y es en la familia donde se enciende la luz de la paz para que ilumine el mundo", afirmó.

El Obispo de Roma señaló que en esta sinfonía Beethoven diseña con su música una visión ideal de la humanidad, "la alegría en la hermandad y el amor recíproco, bajo la mirada paternal de Dios".

"No es un alegría auténticamente cristiana aquella que Beethoven canta, es la alegría, sin embargo, de la convivencia fraternal de los pueblos, de la victoria sobre el egoísmo y el deseo que el camino de la humanidad esté marcado por el amor, una invitación que dirige a todos mas allá de cualquier barrera o convicción", manifestó.

Benedicto XVI resaltó la acústica de La Scala y recordó que el 11 de mayo de 1946 el maestro Arturo Toscanini iba a dirigir un concierto en el teatro reconstruido "tras los horrores de la guerra" y lo primero que hizo fue hacer palmas para comprobar que la acústica era perfecta.

"'Es La Scala, sigue siendo mi Scala', dijo Toscanini. En esas palabras se encierra el sentido de este lugar, templo de la ópera, punto de referencia musical y cultural del mundo entero", alabó el papa.

Concluido el concierto, el papa se trasladó al arzobispado de Milán, donde se aloja durante su estancia.

Mañana, Benedicto XVI se reunirá con religiosos y religiosas en el Duomo, la catedral de Milán, y después se trasladará al estadio de fútbol "Giuseppe Meazza-San Siro" para reunirse con varias decenas de miles de jóvenes italianos que se preparan para la confirmación.

A primeras horas de la noche se trasladará al parque de Bresso donde se reunirá con las familias de todo el mundo que asisten a este VII Encuentro Mundial de las Familias católicas en una vigilia llamada "fiesta del testimonio".

Mostrar comentarios