La Guardia Civil de Tres Cantos (Madrid) se encuentra investigando una posible agresión sexual múltiple a una joven durante una fiesta ilegal el pasado fin de semana en una casa de Colmenarejo. Según informa El Mundo, que cita fuentes de la investigación, la joven presentó una denuncia dos días después ante la Guardia Civil. En ella, la víctima sostiene que la drogaron y obligaron a mantener relaciones sexuales con "cinco o seis" hombres.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del sábado al domingo de la semana pasada, cuando medio centenar de jóvenes se dieron cita en un chalé de la localidad de Colmenarejo. Entre ellos había "niños bien de los que salen en La isla de las tentaciones, chicos y chicas guapas, influencers", apuntan los investigadores según el diario.
La vivienda fue alquilada por una persona, ya localizada, que justificó ante el propietario del chalé que iba a celebrar un evento de un coche de alta gama, al que no debían de acudir más de una docena de personas. Fue el sistema de vigilancia el que delataría al dueño de la casa que "aquello no era un evento, ni siquiera una fiesta. Era una orgía", sostienen las fuentes de la investigación.
Tras percatarse de lo ocurrido, el propietario del chalé avisó a la Guardia Civil, que acudió al lugar para desalojar la fiesta ilegal que incumplía con todas las medidas de prevención del coronavirus. "Es que aquello era como Sodoma y Gomorra. Sin mascarillas y haciendo de todo", apuntan las mismas fuentes, siempre según El Mundo.
El martes, dos días después de la fiesta, una joven -estudiante de intercambio en España- denunció ante la Guardia Civil que tomó algo que le hizo perder la conciencia y "mantuvo relaciones sexuales en contra de su voluntad". La joven fue al chalé invitada por una chica de Instagram, que primero la citó en un local de la calle Arce de Madrid. Allí tuvo lugar una prefiesta.
Según contó la víctima a la Guardia Civil, ya en el chalé, la joven recuerda haberse tomado una copa y poco después comenzó a perder la conciencia. A partir de ahí, solo recuerda que le proponen mantener relaciones con varios, a lo que ella se negó, y pese a ello la forzaron. Según ha denunciado, cuando llegó la Guardia Civil a desalojar la fiesta se vio tan mal que le dio vergüenza contarlo y abandonó el lugar por su cuenta.
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