Presidente de C. y León y el ministro del Interior recibirán cortejo fúnebre

Ávila, 25 mar.- El presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera; el ministro del Interior, Jorge Fernández, y el alcalde de Ávila, Miguel Ángel García Nieto, recibirán en la catedral al cortejo fúnebre con los restos mortales del expresidente del Gobierno, Adolfo Suárez, fallecido el pasado domingo.

Será en torno a las 13.00 horas cuando la comitiva acceda al interior del recinto amurallado por el arco del Peso de la Harina, a escasos metros del templo catedralicio, después de recorrer varias calles de la ciudad desde su entrada, procedente de Madrid, por la Avenida de Juan Carlos I.

A la altura de la Escuela Nacional de Policía, cuyo emplazamiento en Ávila impulsó Suárez, el cortejo fúnebre será escoltado por una patrulla de la Policía Local, vestida de gala, mientras la Banda Municipal interpretará el himno nacional en el instante en que los restos mortales del expresidente accedan a la catedral.

A la puerta del templo le esperará el obispo de Ávila, Jesús García Burillo, junto al Cabildo Catedralicio, donde tras una breve monición el prelado dirigirá una oración antes de proseguir con la ceremonia.

La comitiva fúnebre cruzará la nave central hasta situarse junto al altar mayor, donde será depositado el féretro, han informado hoy a Efe fuentes del Obispado.

Una vez concluida la misa, comenzarán en el propio altar mayor los denominados ritos de despedida, antes de que los restos de Adolfo Suárez sean trasladados hasta el claustro, donde serán inhumados junto a los de su mujer, Amparo Illana Elórtegui, que ya se encuentran allí desde que ayer fueron exhumados en la capilla del convento de Mosén Rubí.

Muy cerca de la sepultura, a menos de diez metros, se encuentra la tumba en la que fue enterrado en 1984 el historiador y expresidente del Consejo de Ministros de la II República en el exilio, Claudio Sánchez Albornoz.

Durante las exequias, el obispo de Ávila estará acompañado por medio centenar de sacerdotes y obispos, entre ellos el presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez; el cardenal Antonio Cañizares, que también fue obispo de Ávila entre 1992 y 1996, y amigo personal y confesor del expresidente fallecido.

Junto a ellos, también ha confirmado su asistencia en la catedral de El Salvador el obispo de Segovia, Ángel Rubio.