Relator de ONU espera El Salvador ratifique Convenio de OIT sobre indígenas

  • El relator especial de la ONU sobre los derechos de los pueblos indígenas, James Anaya, expresó hoy su confianza en que El Salvador ratifique pronto el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre los derechos de esos grupos autóctonos.

San Salvador, 17 ago.- El relator especial de la ONU sobre los derechos de los pueblos indígenas, James Anaya, expresó hoy su confianza en que El Salvador ratifique pronto el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre los derechos de esos grupos autóctonos.

El Ministerio de Trabajo y otras instituciones gubernamentales salvadoreñas ya han evaluado el convenio con miras a enviarlo a la Asamblea Legislativa para su ratificación, dijo Anaya en rueda de prensa al término de una visita de una semana a El Salvador.

"Es importante avanzar con la ratificación del Convenio 169" porque "sería una herramienta importante para la ejecución" de una enmienda constitucional aprobada en la legislatura anterior que reconoce a los pueblos indígenas, sus lenguas y sus valores, añadió.

La reforma también está pendiente de ratificación por parte del Parlamento salvadoreño.

Anaya precisó a Efe que El Salvador es uno de los pocos países de Latinoamérica y el Caribe, junto a Panamá, Uruguay, Surinam y Guyana, que no han ratificado el Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales de Países Independientes.

El relator consideró que el Convenio 169 y la enmienda constitucional brindarán un marco legal adecuado para el reconocimiento de los pueblos autóctonos de El Salvador y el "rescate" de su identidad.

Comentó que durante su visita, que comenzó el pasado lunes, prácticamente todos los representantes indígenas con quienes se reunió coincidieron en que "lo que más preocupa" a sus pueblos es recuperar esa identidad perdida a causa de la matanza de 1932.

La masacre fue perpetrada por el Gobierno militar de Maximiliano Hernández Martínez (1931-1944) como represalia por un levantamiento de miles de indígenas, campesinos y obreros armados con machetes que tomaron el control de varias poblaciones, con un saldo de entre 25.000 y 30.000 muertos, según diversas fuentes.

"La matanza de 1932 marca una política de opresión hacia los pueblos indígenas que luchaban por sus derechos así como una política", de aquel Gobierno y de otros que le sucedieron, encaminada a "abolir a la identidad indígena", señaló Anaya.

El relator apuntó que en 2013 presentará al Consejo de Derechos Humanos de la ONU el informe sobre su visita a El Salvador, la que cumplió por invitación del Gobierno.

Se estima que de los 6,1 millones de habitantes de El Salvador un 17 % son indígenas lenca, nahuat y cacahuirá, que no son reconocidos por el Gobierno según denunciaron recientemente miembros del Consejo Coordinador Nacional Indígena Salvadoreño (CCNIS) con motivo del Día Internacional de los Pueblos Indígenas.

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