Santiago Carrillo recibe el último adiós

Madrid, 20 sep.- El histórico dirigente comunista español Santiago Carrillo fue incinerado hoy en Madrid tras recibir un último y emotivo homenaje.

Su hijo Santiago agradeció a políticos, autoridades, medios de comunicación, "viejos camaradas" y a los españoles en general el apoyo recibido después del fallecimiento del veterano político en la tarde del pasado martes a los 97 años.

Tras el acto de homenaje celebrado en la sede del sindicato Comisiones Obreras (CCOO), que albergó su capilla ardiente, los restos mortales de Carrillo fueron trasladados al crematorio del cementerio madrileño de La Almudena, donde fueron incinerados.

Decenas de personas volvieron a dar hoy el último adiós al veterano político, que estuvo acompañado por su esposa, Carmen Menéndez, sus tres hijos y sus nietos.

El hijo de Santiago Carrillo agradeció las muestras de apoyo recibidas, especialmente a las autoridades, políticos, a los "viejos camaradas" -"tan presentes, tan cerca, con tanto calor"-, a los medios de comunicación, a CCOO, y en general a las "decenas de miles de personas" que les han apoyado.

Señaló que la familia se siente "abrumada" por tantas muestras de cariño y destacó especialmente la presencia de "muchos jóvenes". "A Santiago le habría gustado mucho", señaló.

El líder de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, destacó en su despedida que "Ahora que la política no vive sus mejores horas, es el momento de reivindicar la figura de Santiago Carrillo".

El cortejo fúnebre fue despedido en la calle por decenas de personas y por su capilla ardiente pasaron numerosos políticos y miles de ciudadanos anónimos.

También los reyes de España Juan Carlos y Sofía visitaron el domicilio de Carrillo poco después de conocerse su fallecimiento en la tarde del pasado martes.

Como era el deseo del que fuera secretario general del Partido Comunista de España (PCE) entre 1960 y 1982, sus cenizas serán esparcidas en el mar Cantábrico, concretamente en la costa de su Gijón natal, en el norte de España.

Santiago Carrillo, con una extensa trayectoria política, que incluye su intervención en la guerra civil (1936-1939) y 38 años de exilio, es reconocido en España como uno de los artífices de la Transición a la democracia tras la muerte del general Francisco Franco.