Santiago Gamboa publica en España "Plegarias nocturnas"

  • El escritor colombiano Santiago Gamboa sabe que el amor es un tema eterno, y por ello, como si de una tragedia griega se tratara, ha indagado en su última novela, "Plegarias nocturnas", en el amor fraternal pero imposible de dos hermanos en medio de la Colombia del expresidente Álvaro Uribe.

Carmen Sigüenza

Madrid, 8 may.- El escritor colombiano Santiago Gamboa sabe que el amor es un tema eterno, y por ello, como si de una tragedia griega se tratara, ha indagado en su última novela, "Plegarias nocturnas", en el amor fraternal pero imposible de dos hermanos en medio de la Colombia del expresidente Álvaro Uribe.

Un libro ya publicado en Latinoamérica con enorme éxito, que en España edita Mondadori y que comienza con la narración del cónsul de Colombia en Nueva Delhi, que tiene que ayudar a un estudiante de Filosofía colombiano que ha sido acusado de tráfico de drogas y está retenido en la cárcel de Bangkok, donde no hay embajada.

Así, entre Colombia, Tailandia, Japón, la India e Irán, Gamboa (Bogotá 1965), al que Manuel Vázquez Montalbán se refirió como el autor colombiano más importante después de García Márquez, construye un friso con "la violencia invisible en la sociedad" del presidente Uribe; las drogas, la guerrilla, la corrupción y la injusticia policial, el turismo sexual en Tailandia, y el amor por los libros y la literatura.

"El viaje es una constante en mi literatura, y mis libros siguen mis movimientos", explica a Efe el autor de "Necrópolis", "Hotel Pekín" o "El síndrome de Ulises", con el que fue finalista del premio Rómulo Gallegos.

Pero el libro es, sobre todo, una historia de amor, "algo a lo que solo puedes enfrentarte cuando ya eres un escritor maduro, y que permite además hablar de la Colombia reciente".

Gamboa vive actualmente en Roma, pero estuvo largo tiempo por toda Europa. En Madrid se licenció en Filología Hispánica y en la Sorbona de París estudió Literatura cubana. También vivió en la India, donde fue diplomático, y todo ese equipaje se encierra en "Plegarias nocturnas".

"Quería hablar de las relaciones de amor, en este caso de dos personas que se quieren, que están unidas porque han vivido las mismas tragedias pero que no pueden tener ese proyecto de vida en común que habían planificado", argumenta el autor.

Dos hermanos, un chico y una chica, "un soñador y una guerrera", que le permiten a Gamboa meter el bisturí en la idiosincrasia colombiana y hacer un retrato sórdido.

"Con el presidente Uribe había un contraste muy grande. La seguridad mejoró -explica-, pero a un coste muy alto; la violencia real disminuyó, pero aumentó la invisible, la violencia social, el enfrentamiento familiar, el desgarro de los amigos. La política entró en la vida privada y se convirtió en un asunto polarizado como en las dictaduras", matiza.

Una sensación que Gamboa dice que percibía cada vez que viajaba a su país, cuando los amigos incluso le decían que no hablara en determinados sitios ni expresara sus opiniones.

"Vivíamos bajo una presión, y me hizo ver que la violencia real de Colombia es el resultado de esa violencia invisible que llevamos cada uno dentro. No es que los otros sean los malos y nosotros los buenos. La violencia del crimen es el resultado de la violencia invisible, y no al revés", sostiene este autor, que cree que Colombia se quiere a sí misma muy poco.

"Es un país muy acomplejado -recalca- que venera todo lo que viene de fuera; la gente no tiene respeto por las cosas propias y así se convierte en un enfermo crónico agresivo que cree que el mundo le debe algo".

A pesar de este diagnóstico, considera que en Colombia están empezando a cambiar las cosas y que está "en buenas manos".

"Lo digo como autocrítica, porque, contra todo pronóstico, el presidente Santos lo está haciendo muy bien. Colombia es un país de derechas con una oligarquía de izquierdas. Santos pertenece a esta oligarquía, en la que están los periodistas, y él lo es y ha sabido aglutinar y convertir el país en algo pragmático", concluye.-

Mostrar comentarios