Sólo el 2,7 % de los españoles habla alemán y el 35,5 % sabe inglés

  • Los idiomas siguen siendo una de las principales asignaturas pendientes de los españoles, algo que queda patente en que sólo el 2,7 % las personas de entre 18 y 65 años habla alemán y el 35,5 % sabe inglés, porcentajes que, además, no reflejan el grado de conocimiento de la lengua.

Madrid, 29 nov.- Los idiomas siguen siendo una de las principales asignaturas pendientes de los españoles, algo que queda patente en que sólo el 2,7 % las personas de entre 18 y 65 años habla alemán y el 35,5 % sabe inglés, porcentajes que, además, no reflejan el grado de conocimiento de la lengua.

Estos datos se desprenden de la Encuesta sobre la Participación de la Población Adulta elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) con datos de 2011, una muestra que no se realizaba desde 2007, año en el que el porcentaje de quienes hablaban alemán ni siquiera aparecía mientras que el 30 % de los españoles sabía inglés, aunque sólo el 5 % de ellos tuviese conocimientos avanzados.

Según esta encuesta, el 41,1 % de las personas entre 18 y 65 años ha realizado alguna actividad formativa en el último año; el 35,5 % conoce el inglés, el 14,1 % el francés y 2,7 % el alemán, pero excepto del inglés no se sabe cuál es el porcentaje de quienes tienen el suficiente nivel de estas lenguas como para poder desenvolverse con ellas.

Así, de quienes conocen el inglés sólo el 20 % tiene un nivel avanzado y el 45 % un nivel medio.

Además, a medida que sube la edad, el conocimiento de los idiomas desciende.

Así, entre los jóvenes de 18 a 24 años, el 49,8 % conoce el inglés y el 12,5 % el francés, porcentajes que descienden al 17,7 % y al 17,9%, respectivamente, entre las personas de 55 a 65 años.

Las comunidades autónomas en las que se considera que el inglés es el idioma que mejor se conoce son Madrid, Principado de Asturias, Cantabria, Canarias, País Vasco, Islas Baleares y Cataluña.

En España, el 29 % de las personas de 18 a 65 años tiene estudios universitarios o de grado superior, el 25,7 % bachillerato o ciclo formativo de grado medio y el 45,3 % estudios de primera etapa de enseñanza secundaria, estudios primarios o no tiene estudios.

En cuanto a la trayectoria educativa, el 5,1 % de quienes sólo cursaron la primera etapa de enseñanza secundaria o menos comenzó una enseñanza superior que no completó debido, fundamentalmente, a que prefería trabajar (31,1 %), por responsabilidades familiares y razones personales (17,5 %) o a que no lo necesitaba para su trabajo (17,1 %).

Otro de los datos que destaca el INE es que el 73,5 % tiene estudios en una materia que no se ajusta a su actual ocupación.

El 74,5 % de las personas tiene un nivel de estudios superior al de sus padres.

Respecto a la formación, cuatro de cada diez personas, es decir 12,3 millones, realizaron algún tipo de actividad de formación durante el último año.

La diferencia entre sexos no es muy significativa y en ambos casos el porcentaje de quienes participaron en actividades educativas ronda el 40 %, mientras que por edades el 70 % de las personas de entre 18 y 24 años realizaron alguna actividad de este tipo, frente al 23 % del grupo de entre 55 y 65 años.

Respecto a la frecuencia y capacidad de uso del ordenador e internet, el 33,8 % de las personas se considera usuario avanzado frente al 22 % que afirma que nunca lo usa.

Al igual que en el caso de los idiomas, a medida que avanza la edad aumenta el uso del ordenador desciende.

Así, el 78 % de los jóvenes de 18 a 24 años usa el ordenador e internet y el 58,9 % son usuarios avanzados, mientras que entre las personas de 55 a 65 años el 48,1 % usa el ordenador y sólo el 28 % se considera experto.

Los 3,6 millones de estudiantes que han participado en educación proporcionada en los colegios, institutos, universidades u otras instituciones educativos con el fin de obtener un título oficial, han realizado en media 1,1 actividades en 2011 para lo que han invertido en media 598 horas con un gasto medio de 1.202 euros.

Por su parte, 10,4 millones han participado en actividades educativas organizadas por las que no se obtienen títulos oficiales, con una duración media de 120 horas y un gasto medio de 939 euros.

Según explica el INE, el 34,6 % de quienes ha realizado alguna actividad de formación lo ha hecho por motivos relacionados con el trabajo.

Además, más de 5,5 millones de personas adultas optaron por adquirir conocimientos de forma menos organizada y estructurada que la educación no formal y sin acudir a ninguna institución educativa.

En este caso, las lenguas extranjeras han sido la principal materia de estudio.

Uno de cada cinco adultos no ha podido continuar su formación debido, fundamentalmente, a la incompatibilidad entre el horario del trabajo y el de la formación, a la falta de tiempo por responsabilidades familiares (17,1 % en los hombres y 30 % en las mujeres) y la falta de apoyo del empleador o de los servicios públicos de empleo.

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