Tailandia deporta a 1.300 birmanos de la minoría rohingya a su país de origen

  • El Gobierno de Tailandia ha deportado a 1.300 birmanos de la minoría musulmana rohingya a su país de origen, donde no son reconocidos como ciudadanos, informaron hoy fuentes oficiales citadas por medios locales.

Bangkok, 13 feb.- El Gobierno de Tailandia ha deportado a 1.300 birmanos de la minoría musulmana rohingya a su país de origen, donde no son reconocidos como ciudadanos, informaron hoy fuentes oficiales citadas por medios locales.

Pharnu Kerdlarpphon, de la Oficina de Inmigración, indicó que la deportación se produjo hace tres meses con la colaboración de las autoridades birmanas y bajo la supervisión de la ONG Organización Internacional de la Migración, según el diario "Bangkok Post".

"Los deportamos siguiendo los procedimientos internacionales, pero después no tenemos la posibilidad de saber a dónde los llevan", afirmó Pharnu.

Los 1.300 miembros de esta etnia fueron trasladados desde varios centros de detención en el sur hacia la provincia de Ranong y allí fueron entregados a la Policía birmana en Ko Son, una provincia vecina.

El responsable tailandés indicó que doctores de la Organización Internacional de Migración realizaron chequeos médicos periódicos para atender a los enfermos, de los que ocho murieron, uno debido a una infección sanguínea.

Miles de rohingyas se embarcan todos los años en un peligroso viaje hacia Tailandia y Malasia para huir de la persecución y la pobreza en Birmania, donde más de 160 personas murieron en 2012 debido a varios brotes de violencia entre budistas y musulmanes.

Sunai Pasuk, de la organización de derechos humanos Human Rights Watch, expresó su preocupación por la seguridad de los deportados, ya que las autoridades birmanas no reconocen a los rohingyas como grupo étnico ni como ciudadanos.

Tailandia, que no es signataria de los tratados sobre refugiados de la ONU, trata a los rohingyas como inmigrantes ilegales.

La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, ha pedido a las autoridades de Birmania (Myanmar) que investiguen la supuesta matanza el pasado enero de medio centenar de musulmanes rohingyas y un policía en el estado Rakhine (Arakán).

Unos 800.000 personas de la minoría musulmana rohingya habitan en Birmania, principalmente en Rakhine, donde son considerados inmigrantes bengalíes.

Esta comunidad, considerada apátrida y una de las más perseguidas del mundo según la ONU y distintas organizaciones pro derechos humanos, también es rechazada en la vecina Bangladesh, donde unos 300.000 malviven en campos de refugiados.

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