Termina la desventura rusa de los tripulantes del rompehielos de Greenpeace

  • La tripulación del rompehielos "Arctic Sunrise" de Greenpeace ya son libres para volver a sus países en los próximos días después de que la Justicia rusa retirara hoy todos los cargos contra ellos en virtud de una amnistía general aprobada la pasada semana.

Arturo Escarda

Moscú, 25 dic.- La tripulación del rompehielos "Arctic Sunrise" de Greenpeace ya son libres para volver a sus países en los próximos días después de que la Justicia rusa retirara hoy todos los cargos contra ellos en virtud de una amnistía general aprobada la pasada semana.

Veintinueve de los treinta tripulantes del rompehielos, que pasaron dos meses en prisiones rusas, fueron notificados hoy sobre el sobreseimiento de la causa penal por la que habían sido acusados de gamberrismo.

Tan sólo el marinero italiano Cristian D'Alessandro no pudo completar hoy, por falta de traductor, el procedimiento legal que da por terminada la desventura de los ecologistas en Rusia en virtud de la amnistía general aprobaba la pasada semana con motivo del 20 aniversario de la Constitución rusa.

Apenas tendrá que esperar un día más que sus compañeros de fatigas, ya que en su caso "el procedimiento de notificación ha sido aplazado al jueves" por falta de traductor, explicó a los medios rusos el abogado de Greenpeace, Andréi Suchkov.

Los argentinos Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi, y la brasileña Ana Paula Maciel podrían iniciar hoy mismo la vuelta a casa tras ser archivada la causa penal por la que eran perseguidos.

A diferencia de la mayoría de los tripulantes del rompehielos que han pasado los últimos tres meses en Rusia tras ser detenidos por intentar encaramarse a una plataforma petrolífera en aguas del Ártico, estos tres activistas no necesitan visado de tránsito para cruzar la frontera rusa.

Tanto Argentina como Brasil tienen sendos acuerdos bilaterales de exención de visados con Rusia, al igual que Ucrania y Turquía, que también cuentan cada una con un activista suyo entre la tripulación del barco de Greenpeace.

Los treinta tripulantes del "Arctic Sunrise" pasaron dos meses en prisiones preventivas de las ciudades rusas de Múrmansk y San Petersburgo tras ser acusados de gamberrismo.

Por el momento, permanecen todos en la antigua capital imperial rusa, donde, según adelantó ayer un portavoz de Greenpeace, tienen intención de reunirse hoy por la noche para celebrar la Navidad.

"Algunos activistas han recibido la visita de sus mujeres, maridos, hijos y hermanos", aseguró.

Los tripulantes del "Arctic Sunrise" fueron detenidos el pasado 19 de septiembre en una operación desplegada por la guardia fronteriza rusa cuando intentaban subirse a la plataforma petrolífera Prirazlómnaya del gigante gasístico Gazprom, al que Greenpeace acusa de incumplir las medidas de seguridad y poner en peligro el ecosistema de la zona donde opera.

Acusados en un principio de piratería, los activistas ingresaros por orden de la Justicia en prisión preventiva por dos meses.

Tras pasar ese plazo, el Comité de Instrucción ruso modificó la acusación por otra más leve (gamberrismo), tras lo cual todos los tripulantes del "Arctic Sunrise" pudieron salir en libertad bajo fianza a la espera del juicio.

La amnistía general pone a fin a su persecución judicial y permite que los llamados "30 del Ártico", -procedentes de Rusia, EEUU, Argentina, Reino Unido, Canadá, Italia, Ucrania, Nueva Zelanda, Holanda, Dinamarca, Australia, Brasil, República Checa, Polonia, Turquía, Finlandia, Suecia y Francia- puedan volver con sus familias antes de Año Nuevo.

La misma amnistía permitió también la liberación esta semana de las dos integrantes del grupo punk femenino Pussy Riot, que salieron de la cárcel a menos de tres meses de cumplir íntegramente los dos años de prisión a los que fueron condenadas por cantar una plegaria punk contra el presidente Vladímir Putin en el principal templo de la Iglesia Ortodoxa rusa.

En los próximos días, igualmente en virtud de la amnistía, saldrán de prisión preventiva una docena de opositores acusados de "participar en desórdenes públicos" durante la multitudinaria manifestación contra el Kremlin que tuvo lugar el 6 de mayo de 2012 en el centro de Moscú.

Son muchos los que creen que todas estas liberaciones, al igual que el indulto al exmagnate petrolero Mijail Jodorkovkski que había pasado en prisión una década, son un lavado de cara en vísperas de las Olimpiadas de Invierno rusas, que se celebran en poco más de un mes en la ciudad balneario de Sochi, a orillas del mar Negro.

Mientras, el consorcio gasístico ruso, cuya actividad quería denunciar Greenpeace, sigue trabajando en la plataforma del Ártico, donde planea comenzar la producción de petróleo en el primer trimestre de 2014, lo que, según la ONG, aumenta el riesgo de que se produzca un vertido de petróleo en un área que contiene tres reservas naturales protegidas por la propia legislación rusa.

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