Vuelve a mostrar su fuerza

El volcán, más imprevisible que nunca, aumenta la emisión de dióxido de azufre

La detección de "signos positivos" no implican necesariamente que esté más cerca el final de la erupción. Las coladas han destruido 2.570 edificaciones y otras 142 han sido dañadas

Volcán emite más ceniza
Volcán emite más ceniza
EFE

El Cumbre Vieja no se apaga. Su actividad se ha aumentado en las últimas horas. La detección de "signos positivos" no implican necesariamente que esté más cerca el final de la erupción del volcán de La Palma, advertían ayer desde el Instituto Geográfico Nacional (IGN). Y así ha sido. La actividad del se ha incrementado en las últimas horas con un repunte en la emisión de dióxido de azufre (SO2) medido en el penacho, hasta las 29.400 toneladas diarias, y un "ligero aumento" del tremor para situarse en niveles medios.

Así lo ha destacado la portavoz del comité científico del Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca), Carmen López, quien ha indicado que, pese a este "pulso" en la emisión de SO2 en el penacho, que alcanza los 3.200 metros de altura, la evolución temporal de las mediciones refleja una tendencia descendente. López ya avisó ayer de que los "datos positivos" de bajada de SO2 y del tremor, tal y como ella los calificó, se debían consolidar con el paso de los días.

Lo que no para de crecer es la emisión de dióxido de carbono (CO2) asociada a la dorsal de Cumbre Vieja. La última medición lo sitúa en 1.850 toneladas diarias. En cuanto a la emisión de lava, López ha indicado que está habiendo "mucha variabilidad" y que está habiendo aporte a las coladas situadas más al oeste, en todo caso sobre zonas ya invadidas, y reboses puntuales en algunos tubos volcánicos.

Rubén Fernández, director técnico del Pevolca, ha concretado que los aportes han ido variando en las últimas horas, siempre "pequeños", en las coladas 3, 6 y 11, sin que haya habido un aumento notable de la superficie afectada, apenas 2 hectáreas más que ayer. En total son 983,44 las hectáreas cubiertas por la lava, cuyas coladas ocupan un máximo de 3.100 metros de anchura.

A su paso, las coladas han destruido 2.570 edificaciones y otras 142 han sido dañadas, según los últimos datos del sistema europeo de medición por satélite Copernicus. De las personas evacuadas, 460 están hospedadas en hoteles y hay 43 dependientes están alojadas en centros sociosanitarios.

Aunque el miércoles se registraron episodios de calidad del aire "muy desfavorable" por presencia de SO2 o particulas en suspensión en Fuencaliente y Los Llanos de Aridane, los niveles se han ido reduciendo hasta razonablemente buenos, gracias a que el viento alisio aleja la nube de cenizas hacia el mar y a la ausencia de inversión térmica.

El viento del noreste seguirá soplando, si bien la inversión térmica podría situarse en el entorno de los 2.000 metros este viernes, lo cual en principio no afectará a la calidad del aire. Esa mejora ha permitido que a partir de mañana se retomen las clases presenciales en El Paso, Los Llanos de Aridane, Tazacorte, Tijarafe y Puntagorda, pero los estudiantes deberán permanecer en las aulas y evitar salir al exterior.

Este régimen meteorológico hace prever que no habrá afectación en las próximas horas ni para el aeropuerto de La Palma ni para el tráfico aéreo en Canarias. La previsión de afluencia de visitantes para contemplar el volcán ha llevado al Pevolca a reforzar los controles de tráfico a partir del viernes, sobre todo en los alrededores de los miradores de Tajuya y El Time. Además, a partir de las cinco de la tarde del viernes se recupera el sentido único del tráfico desde El Paso a Los Llanos de Aridane por la carretera de Hermosilla para la bajada y por las carreteras LP-2 y LP3 para la subida.

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